El suicidio de Verónica Forqué generó un debate sobre la salud mental y la exposición televisiva a mediados del pasado diciembre después de que la actriz recibiera fuertes críticas de los espectadores en redes sociales por su actitud durante su paso por el talent culinario.
Entonces, el presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, aseguró en la Comisión Mixta de Control Parlamentario de la Corporación RTVE y sus Sociedades que reflexionarían "profundamente" sobre este asunto.
"MasterChef no es un reality, sino un concurso de habilidades. A veces los matices entre uno y otro son discutibles. Es importante que de ahora en adelante tengamos estos valores muy presentes, que los datos de audiencia no sean el único razonamiento", expresó.
Y así ha sido a la hora de renovar el reality en su versión Celebrity. Según ha podido saber BLUPER en exclusiva, RTVE puso una serie de condiciones a la productora Shine Iberia para dar luz verde a la séptima edición del formato el pasado mes de febrero.
Entre estos compromisos se encontraba, por supuesto, el que se cuidara mucho más a los concursantes y el programa se centrara en la cocina, las recetas y la transmisión de valores. Además, RTVE tendrá mucho mayor control de los contenidos y tendrá la última palabra en la elección de los participantes.
"RTVE podrá exigir a la productora que efectúe las modificaciones que resulten necesarias para adecuar el contenido de los guiones y demás aportaciones creativas y de producción al planteamiento general de esta serie de programas, a los contenidos y al plan de trabajo aprobados inicialmente por RTVE", dice el contrato.
Por otra parte, para evitar la publicidad encubierta que tantos quebraderos de cabeza ha dado a la Corporación, con una millonaria multa de por medio, la Dirección también ha impuesto alguna que otra cláusula.
"La productora se responsabilizará de que no se contrate en la producción y/o aparezcan en imagen, productos con marcas o denominaciones comerciales, ni se hará mención verbal o gráfica que pueda significar publicidad (expresa o encubierta) cuya emisión está prohibida para RTVE", dice una de las cláusulas.
De llevarse a cabo, será responsabilidad de la productora si RTVE es sancionada por la autoridad audiovisual o judicial. "La Corporación estará facultada para repetir contra la productora el importe de las sanciones, pudiéndolo descontar de los pagos futuros".
Como ya contamos el pasado noviembre cuando hablamos de la renovación de la décima edición de Masterchef, a Tornero no gustó nada que RTVE tuviera que haber hecho fernte a la multa de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) por publicidad encubierta en el formato y que ascendía a 219.342 euros.
El organismo regulador sancionó a la Corporación por una comunicación comercial encubierta de la marca “Bodegas González Byass”y de sus productos (vinos: Tío Pepe, Viña AB, Alfonso, Noé y Beronia) en el programa Masterchef, emitido el día 18 de mayo de 2016, y reemitido el 21 de mayo de 2016.
'MasterChef', en el punto de mira
Desde su llegada a la presidencia de RTVE, el profesor se marcó como objetivo vigilar al detalle las cuentas de la radiotelevisión pública. Y una de sus prioridades fue conocer cómo se estaban gastando los 21,1 millones de euros que Shine Ibera les había facturado a la Corporación en 2020, 79,4 desde 2017.
Así, el presidente pidió una auditoría para ver detallados estos gastos para, de cara a la renovación no sólo del talent culinario, sino también de Maestros de la costura, poder reformular sus contratos y sacar más partido a la inversión anual que se hace en este tipo de formatos.
Pérez Tornero se encontró entonces con que RTVE estaba saliendo seriamente perjudicada en lo que respecta al rendimiento publicitario que se le saca a la marca MasterChef a través del emplazamiento de producto, licencias o merchandising, por lo que pidió a Shine Iberia una mejora en las condiciones.
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