Miriam Saavedra, Víctor Sandoval y Tom Brusse entraron hace unos días a la casa de Secret Story dispuestos a agitar el avispero en los últimos coletazos del reality de Telecinco. Y lo están consiguiendo de sobra, cada uno dentro del perfil que les tienen asignados. En ese sentido, Tom es un rompecorazones, un conquistador nato que ya ha sentido un flechazo dentro del concurso, a pesar de que fuera tenía una pareja, Sarah. Y decimos en pasado, tenía, porque anoche rompió con ella a través de una videollamada.
Nos intentaron vender un “un nuevo Tom”, que ahora era fiel y estaba estabilizado sentimentalmente, pero el cántaro fue una vez más a la fuente y terminó por romperse. Porque dentro de Secret Story ha sentido una conexión especial con Sara, la concursante que empezó su competición el pasado jueves como suplente, y ello ha provocado una nueva ruptura televisada de Tom, la tercera.
En un momento de la gala presentada por Carlos Sobera, Tom pudo hablar con Sarah, su hasta ese momento pareja, y con la que acabó rompiendo para tener libertad de actuación dentro de la casa. Sarah rompió a llorar y a lanzar todo tipo de reproches al francés. “Tú me has dicho que era la madre de tus hijos, tu futura esposa, te he presentado a mi madre... y después de 24 horas te acercas a otra chica que se llama como yo...”, se lamentaba la joven. “Antes de irte, me dijiste que buscaramos un piso los dos”, le reprochó también.
En su línea habitual, Tom se limitaba a decir que sentía lo ocurrido y que quería poner punto y final a la historia de amor para no hacerle daño. La ruptura se volvía algo más dramática cuando Sarah le reprochaba que estaba sola en Dubai y enferma. “Me estás dejando delante de todo el mundo”, seguía reprochando.
¿Debería la muchacha sorprenderse? Para nada, porque Tom ya es un experto en terminar con sus parejas “delante de todo el mundo”. De hecho, Sarah tuvo un buen discurso final, pero nada como el que protagonizó Melyssa Pinto en La isla de las tentaciones, donde concursó con Tom y él le fue infiel con Sandra Pica.
Cansada de ver imágenes de complicidad, Melyssa se armó de valor y pidió una hoguera de confrontación, donde le cantó las 40 al Tom, al que había conocido en Mujeres y hombres y viceversa. “¿No me miras a la cara? Normal, después de lo que has hecho agachas la cabeza, no tienes valor ni de mirarme a los ojos”, le reprochó Pinto, en un speach que fue muy aplaudido en las redes sociales. “Tu compromiso es mentira, me has vendido a un hombre que es respetuoso. Me dijiste que si estabas enamorado de mí entrabas aquí y no dejabas que nadie entrara a tu corazón. Te dije que había un 1% de posibilidades de que sí hubiera un flechazo. Te enfadaste conmigo y dejaste de hablarme porque decías que eso no era verdad, porque cuando quieres a alguien no lo haces y tú me amabas”, le recriminó. Además, añadió que la casa de los chicos “es la mansión Playboy, y tú te has comportado como si fueras el dueño. Yo no necesito hacer juegos guarros y cerdos para ponerme caliente, porque ya sé lo que me gusta”.
Como pareja televisiva Tom y Melyssa funcionaban muy bien, y Mediaset decidió apostar por ambos para Supervivientes. Y allí Tom vivió una nueva ruptura, ahora con Sandra Pica, que viajó hasta Honduras para dejarle. Para darle a todo un tono más de folletín, la organización decidió que Sandra hablase con Melyssa y ella transmitiese la ruptura al francés. Más tarde, la propia Pica entró en escena y le explicó qué es lo que le estaba sucediendo. “Aquí me he dado cuenta de que estoy loco por ti, no te imaginas lo duro que es estar aquí. Es un esfuerzo y además vienes para dejarme, hubiera preferido que lo hicieras al volver”, le dijo Tom, que no paraba de llorar, a Sandra, que daba la historia terminada para siempre.
Hay que destacar que, tanto en el caso de Supervivientes como en el de Secret Story, la sombra del montaje planea por encima de Tom Brusse. En el primer caso resultó muy excesivo que Sandra sintiese la necesidad de viajar para poner punto y final a la relación, justo cuando Tom lo estaba pasando mal por las dificultades propias del concurso, donde apremia el hambre y el frío. Con Secret Story, Amor Romeira explicó en Twitter que en realidad ambos ya habían roto, pero que escenificaron la misma dentro de la casa para asegurarse más minutos de televisión y para que Sarah lograse un poco más de atención mediática.
En cualquier caso, la trama de Tom, Sara y Sarah no ha enganchado al público. La gala de anoche marcó mínimo en cuota y fue la segunda menos vista de la edición de anónimos de Secret Story: La casa de los secretos. Su media fue de un 10,8% de cuota con 1.114.000 espectadores de media.
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