Esta semana Secret Story: La casa de los secretos ha partido su gala principal en dos partes, la primera de las cuales se pudo ver este miércoles 19 de enero. Una entrega que logró 1,2 millones de espectadores y que no logró liderar el prime time.
En el programa se vivieron las primeras nominaciones, que terminaron con Carmen Nadales, Álvaro López, Héctor Cruz y Alatzne Mateos en la cuerda floja. Y también se mostraron los primeros conflictos, pactos y tonteos entre concursantes.
Una de las protagonistas de la noche fue Virginia, pero por una circunstancia externa a su estancia en Guadalix. Y es que su abuela había muerto, por lo que la organización la llamó al cubo (lo que en Gran Hermano se conocía como confesionario) y le explicaron lo sucedido a la joven.
Su reacción caló hondo en las redes sociales, pues a pesar de la tristeza y de las lágrimas iniciales, Virginia se mostró muy tranquila con la defunción. Y es que explicó que no se le había quedado ninguna cuenta pendiente con su abuela, y que habló con ella e hizo todo lo que había querido a su lado durante los últimos dos años.
“Estoy triste por no poder vivir esos momentos, pero no los iba a poder volver a vivir, porque la enfermedad estaba muy avanzada. He vivido con ella todo lo que tenía que vivir, la he disfrutado lo que la he tenido que disfrutar, no me quedo con nada, estoy súper contenta de lo que he vivido junto a ella”, dijo la participante, en referencia al alzhéimer que sufría su abuela.
La relación de Virginia con su abuela era muy estrecha, pues vivía con ella y estaba atenta a todas sus necesidades. Para recordarla, el programa permitió a la gaditana ver algunos vídeos en los que aparecía su abuela. “Mi manera de despedirme es viéndola bien”, relató.
Al salir del cubo le explicó a sus compañeros lo sucedido y recibió un fuerte abrazo multitudinario, y entonces explicó que necesitaba asimilarlo, pero que estaba feliz porque su abuela se había ido sin sufrir.