Hace poco más de una semana Bárbara Rey estaba en boca de todos por la presunta relación sentimental que tuvo con el rey emérito Juan Carlos I, y cómo pudo cobrar importantes sumas de dinero por guardar silencio. Y ahora seguimos hablando de ella, pero porque magistralmente le ha dado la vuelta a la tortilla y ha generado un contenido que nos interesa mucho más: su presunta amistad especial, noviazgo o montaje con Edmundo Arrocet, el exnovio de María Teresa Campos. Que paren las rotativas, que aquí hay mucha tela que cortar.
Yo solo le pido a los Reyes Magos, porque Papá Noel ya vino, que esta Navidad podamos disfrutar de una de esas buenas entrevistas de Bárbara Rey en Sábado Deluxe, de esas en las que se suelta la lengua y cualquier cosa puede pasar.
Previo pago, Bárbara nos ha contado todo tipo de intimidades ante la televisión. La vez que se acostó con Antonio Tejado cuando empezaba a ser una madurita interesante, y la vez que lo hizo con Chelo García Cortés cuando era una lozana vedette. Su “Tú y yo, Chelo; y te quiero, y siento que no me hayan gustado las mujeres porque habría sido más feliz; hemos tenido una noche... de amor” es parte la de la cultura popular de este país. Sus problemas amorosos, sus ruinas económicas consecuencia de una adicción a los juegos de azar.
En estos momentos no sabemos por dónde nos podría salir esta mujer, que en televisión ha sido presentadora, actriz, cantante, concursante de realities, cocinera, entrevistada y hasta ocasional imitadora de Lola Flores (se vuelve loca, cada vez que puede, cantando aquella canción de Catalina Fernández La Lotera).
Pero que hable, que dé un poco de contenido divertido. En las últimas entrevistas ya Bárbara ni siquiera ha vetado temas como el del emérito; en 2018 le preguntaron directamente si habían sido pareja. Aquella vez habló de Corina (“dejarla como una prostituta me parece algo denigrante”), lanzó mensajes a Pilar Urbano (“ten cuidado con lo que escribes”), desmintió presuntas infidelidades (“mis hijos son de mi marido”), y hasta narró aventuras propias de una película de espías, como aquel famoso veto en Canal 9 cuando tenía un contrato para hablar del famoso robo que sufrió en su casa (“Me pusieron dos guardias para que no entrara a plató”).
Este curso televisivo Bárbara volvió al disparadero como defensora de Sofía Cristo en el programa Secret Story: La casa de los secretos. No estaba preparada la Rey, sin embargo, para descubrir que su hija Sofía sufrió abusos sexuales en su infancia por parte de alguien de su entorno. Y con eso también se hizo un Deluxe, en el que mandó un mensaje muy duro: “Si tú estás vivo, o viva, lo vas a pagar. No habrá sitio donde puedas meterme y esconderte, que yo no te encuentre. Si estás vivo, suerte tienes de que yo no lo supiese en su momento, porque estarías muerto. Y te digo de verdad que si te encuentro no te voy a hacer daño. Pero pagarás las consecuencias, porque esto no solamente se lo has hecho a mi hija, esto se lo habrás hecho a muchísimos hijos de muchos que no lo saben”.
Ahora el nuevo tema por el que nos interesa Bárbara es por su romance, amistad, montaje, con Bigote Arrocet y queremos saber más. Ella es una actriz de recursos y seguro que es capaz de contarnos batallitas inimaginables sobre cómo ha surgido el acercamiento entre ambos. Quién sabe, igual la vemos hasta en Supervivientes, pues en la edición de 2019 estuvo en avanzadas conversaciones para saltar del helicóptero, pero a última hora todo se quedó en el tintero. Igual 2022 es su año.