La emisión de Sálvame de este lunes se convirtió en un doble homenaje a dos celebridades recientemente fallecidas: el tenista Manolo Santana y la actriz Verónica Forqué. En el caso de Forqué, el programa recibió numerosas llamadas de artistas que la querían y que habían trabajado con ella, como Tito Valverde, Anabel Alonso o Concha Velasco; esta última hizo un particular llamamiento para que “no hablaseis mal de ella estando yo presente, porque la conozco desde que era pequeña, a ella y a su padre”.
El diseñador Eduardo Navarrete, quien consiguió que Verónica posase para él en el estreno de su última colección de moda hace dos semanas, contó que unos días atrás le propuso ir a comer, y que ella declinó la propuesta porque “no estaba pasando por un buen momento”, y lamentó no haberla llamado. “Me dijo que me quería y ahora me arrepiento mucho de no haberla llamado ¿Quién se iba a imaginar algo así? Sabíamos que no estaba pasando un buen momento, pero nadie se podía imaginar esto ¡Qué duro! ¡Qué dolor!”, decía con la voz rota.
Más allá de estos comentarios cariñosos, Sálvame también recibió críticas negativas en las redes sociales por tratar el presunto suicidio de la actriz de una forma áspera. Cuando el espacio llegaba a su recta final Rocío Carrasco entró por teléfono para promocionar el especial de este martes de Rocío Jurado, y Carlota Corredera, la presentadora, le hizo una pregunta delicada, sobre la cual ni había advertido a la dirección.
“Tú has contado que intentaste quitarte la vida, yo no sé cómo has recibido esta noticia”. Y Rocío intentó no implicarse demasiado, respondiendo que “no he querido escuchar con atención. Sabía que me iba a ocasionar un sentimiento nada bueno. No sé qué contestar”. Corredera entonces insistió en que Carrasco fue “una de las primeras personas que habló abiertamente de salud mental. Por eso me apetecía preguntarte por este tema”. Al recibir de nuevo el guante, Rocío solo atinó a dar el pésame a la familia de Verónica.
En el plató Carmen Borrego también se convirtió en una inesperada protagonista de la calle, pues su padre también se quitó la vida cuando ella tenía 17 años. Por ello recibió muchas preguntas de sus compañeros, y ella pidió que se dejase “de estigmatizar a los familiares y a las personas que sufren esto. Le pérdida de un familiar es terrible, pero de esta manera es el doble terrible”, relataba, añadiendo cómo ella durante mucho tiempo mentía y decía que su padre murió en un accidente.
“Al final lo aceptas y ves que una persona que hace eso es porque no está bien, al igual que hay personas que se mueren por una enfermedad, esto no deja de ser una enfermedad. Es un acto de mucha valentía hacia la muerte y de mucha cobardía hacia la vida. El dolor permanece ahí siempre”, dijo la hermana de Terelu.