La pasada semana vimos en La isla de las tentaciones algo inédito hasta la fecha: Zoe asaltó la hoguera de los chicos, provocando un tremendo susto a Sandra Barneda, que no se esperaba que la joven apareciese de improviso detrás de ella, en plena grabación.
La presentadora impidió como pudo que Josué y Zoe hablasen, pero advirtió que esta forma de romper las normas tendría consecuencias para la pareja. Y la primera de ellas fue inmediata: su Josué no vería más imágenes, pues ya había podido ver en persona a su chica.
Este miércoles, en la nueva entrega, el programa dio un particular giro de timón, y castigó a Zoe de la forma que más le duele: obligando a Josué a tener una cita con Jennifer, una soltera del programa con la que tuvo algo en el pasado.
Además, esto suponía la anulación del veto de 24 horas de las chicas, que habían decidido que Jennifer estuviese fuera de la villa un día, si bien Zoe no estaba a favor de esto. Como contrapunto, Josué no disfrutó especialmente de la cita, pues a él quien le atrae en este momento es otra tentadora. “Me ha molestado que le quitasen el collar del veto, porque realmente no me apetecía tener una cita con ella. En caso de poder haber elegido, habría elegido a Diriany” reconoció el joven, enfadado.
El asalto de la hoguera de Zoe le ha hecho reflexionar, y asegura que quiere “dejar de jugar” para que su chica no sufriese. Jennifer, por su parte, también prefirió tomarse la cita obligada de una forma diferente, como meros amigos, para que Zoe entienda que no tiene de qué preocuparse.
Nico no se presenta a la hoguera de confrontación con Ga·la
Que Zoe asaltase una hoguera no ha sido la única novedad de esta temporada. Por primera vez en la historia del dating show un participante se ha negado a ir a la hoguera de confrontación. Ga·la pidió tener un encuentro de este tipo con su novio Nico, quien estaba cada vez más cerca de la tentadora Míriam. El futbolista, sin embargo, declinó la invitación porque no “se sentía preparado” para ver a su chica, con la que lleva 3 años.
Al verse rechazada Ga·la no perdió el tiempo, y advirtió que iba a llevar la relación “al límite. Me lo voy a a pasar bien”. Así, terminó besándose con Miguel tras una noche de fiesta e incluso le invitó a dormir con ella, cosa que él aceptó.
Al día siguiente, les contó a las demás chicas que solo había habido besos, aunque también habló de cómo se había “restregado” y que Miguel tenía “pinta de hacerlo muy bien”.