Dos maestras de la televisión han generado numerosas noticias en las últimas semanas: María Teresa Campos y Concha Velasco. Y es que se da la casualidad de que ninguna de las dos quiere abandonar la vida pública, lo que ha obligado a sus hijos a tener que intervenir y tener que pedir a la prensa un poquito de protección y respeto adicionales.
El caso de María Teresa Campos es de sobra conocido. A sus 80 años, la madre de Terelu y Carmen Borrego sueña aún con volver a la televisión y hacer un programa de éxito, que sea un broche ideal para su amplia carrera.
El público, sin embargo, ya no conecta tan bien con ella. Su último proyecto fue La Campos Móvil, un espacio para Telecinco en el que recorrería Madrid en un vehículo especial en el que realizaría entrevistas a personajes del mundo de la política, de la cultura o de otros ámbitos de interés. Su debut fue con Isabel Díaz Ayuso, y supuso un chasco en audiencias, por lo que no vimos más entregas.
La Campos funciona más como personaje de crónica social, o como mucho, de puntual colaboradora. Los medios de comunicación (especialmente los programas de Telecinco) la reclaman para que hable de su vida privada, de su ruptura con Bigote Arrocet años atrás, de la relación con sus hijas, con su nieta Alejandra Rubio. La matriarca, sin embargo, sueña quizá con una incorporación en Viva la vida o un programa similar, tal como llegó a confirmar Terelu.
A inicios del mes de septiembre, cuando se confirmó que Bigote Arrocet entraría en Secret Story, Terelu Campos pidió un poco de protección hacia su madre. Decía que lo único que le preocupaba del regreso del humorista a España era “la jodienda que le deis a mi madre. Me importa un pimiento esta persona, lo que quiero es que dejen tranquila a mi madre”, solicitaba. “Teresa no está en nuestro mercado, está en su casa, necesita tranquilidad”, decía tanto a los compañeros del programa como a todos los medios en general. Pero su mensaje no caló.
Diez días más tarde, Federico Jiménez Losantos llamaba por teléfono a María Teresa Campos para su programa de radio. La que fuese presentadora de Día a día o ¡Qué tiempo tan feliz! terminó llorando en Es Radio al recordar a Bigote.
Ante tal estampa, Terelu volvió a pedir, ahora en Secret Story, que todos los periodistas “aparten” a María Teresa Campos. Para ella, esa llamada de Losantos “corrobora lo que pedí hace unas semanas hacia ella, de alguna manera me da la razón en que creo que es el momento de intentar apartarla lo máximo posible”. “Es lo mejor para ella, lo único que me importa es ella”, insistía, añadiendo que a veces su progenitora puede pensar que no está hablando en público “y sí lo está”.
Por su parte, Concha Velasco, de 81 años, ha anunciado su retirada del teatro, que no de las series o los programas de televisión. Al igual que le sucede a La Campos, la de Valladolid atiende siempre a la prensa, y a veces habla más de lo que su familia desearía.
El pasado mes de agosto la que fuese Teresa de Jesús en la famosa serie de Televisión Española aseguró que estaba tan mal de dinero que tuvo que vender una cubertería para pagar el recibo de la farmacia. Eso obligó a su hijo Manuel a pedir que no nos tomemos de forma literal las cosas que su madre pueda decir, y que lo mejor para ella sería retirarse y vivir con la pensión que le corresponda.
Aunque Concha ha sido presentadora y actriz de cine y televisión a ella lo que de verdad le tira es el teatro, actuar en directo. Entregarse al público y sus reacciones, algo a lo que ha tenido que renunciar para contentar a sus hijos, que no veían adecuado que siguiese de gira.
Lo llamativo de ambas comunicadoras es que hace un par de años sus carreras profesionales parecían cruzarse. Se dijo que Concha abandonaría Cine de Barrio, y que su sustituta iba a ser María Teresa Campos.
Finalmente aquella información fue desmentida por la propia Velasco. “Oye, que sigo en Cine de Barrio. Soy consciente de que tengo 80 años y que algún día lo tendré que dejar, pero yo creo que me tienen ahí porque una señora con 80 años presentando un programa, es lo mejor que le puede pasar a TVE. Soy un ejemplo” decía la vallisoletana en el programa A partir de hoy, con Máximo Huerta, en agosto de 2019.
Aquella frase era una declaración de intenciones: nadie iba a apartarla de los focos con la excusa de la edad. Sí dejó el programa del séptimo arte patrio doce meses después, precisamente para poder hacer giras de teatro sin que se pisasen las representaciones con la agenda de Cine de barrio. Su sustituta, sin embargo, no fue María Teresa, sino Alaska.