Se cumple la tercera semana de concurso en Secret Story. La casa de los secretos con el público haciendo algo inédito: expulsando a los muebles primero. Y es que, tras Chimo Bayo, el pasado jueves le tocó el turno a Bigote Arrocet, que cayó eliminado frente a Miguel Frigenti. En los realities, España siempre ha expulsado primeramente a los más polémicos o notorios: fue el caso de Anabel Pantoja en GH VIP 7 o el de Maite Galdeano en Gran Hermano 16. Parece ser que hemos recuperado un poco de criterio.
Lo que no esperábamos es que este martes y, contra todo pronóstico, hubiera un expulsado disciplinariamente. Como diría Agatha Christie en su novela, los Diez Negritos. Al final de la noche, Sofia Cristo era expulsada (y merecidamente) de la casa de los secretos tras agredir a Miguel Frigenti durante una acalorada discusión. Una expulsión justa y merecida. Sin peros.
El ambiente en la casa es irrespirable y tóxico. El grupo minoritario que ha impostado Miguel Frigenti ha mermado la convivencia y ha convertido la casa de Guadalix en un auténtico campo de batalla. El periodista acusa al grupo mayoritario de marginar a su grupo, mientras estos se excusan diciendo que no es cierto, que es él mismo quién establece este tipo de divisiones.
Haciendo honor a la verdad, Miguel está haciendo la convivencia muy difícil a sus compañeros. El joven se activa en las galas de una manera que saca de quicio a los demás compañeros y los lleva al límite de sus fuerzas. Es necesario que la organización le dé un toque de atención para que rebaje un poco la dosis. El insaciable apetito de Frigenti por protagonizar el reality se va cobrando a más concursantes cada vez.
Reitero que la dantesca escena que protagonizó ayer Sofía Cristo es reprochable, inaceptable y justamente sancionada. Una cosa, sin embargo, no quita la otra. Miguel es un provocador nato y que no sabe medir los tiempos. Esto acabará por dañar su imagen. Al de Talavera de la Reina no le ha beneficiado concursar en Secret Story. Y, honestamente, me extrañó esa actitud de Sofía, cuando siempre la había visto conciliadora y pacífica.
Lo que sí es muy destacable y, me llamó la atención, era como mientras Frigenti estaba en un fuego cruzado con el resto de concursantes; Cristina, aquella que él considera su alma gemela en la casa, se mostraba impasible y fría. No le estaba parando. Creo firmemente que Cristina quiere sacrificar a Miguel en beneficio propio. Y le está dejando que se pegue el tiro en la sien porque Miguel lo está haciendo. Y no tardaremos en asistir a la ruptura de este grupo minoritario. Ya están dando muestras.
Luca, un previsible concursante
Otro elemento clave de este grupo minoritario es Luca Onestini. El italiano ha sido el último en sumarse al grupo repitiendo la estrategia que su hermano llevó a cabo en GH VIP 7. No me creo nada al italiano. Se ha arrimado a Miguel y a Cristina cuando ha visto que el público, parece ser, que les quieren. Lo mismo que hizo Gianmarco con Adara, Hugo y Dinio. Y, casualmente, Luca está jugando a la ambigüedad con sus sentimientos por Cristina.
El italiano está leyendo el concurso para saber a quién arrimarse para su propio beneficio. Y si el público es inteligente, lo expulsará en las próximas semanas. No puede pretender replicar la estrategia que su hermano hizo en su concurso. Es insultante para el público.
Una imparable Alba Carrillo sentencia a una Adara sin carisma
Una semana más, Alba Carrillo se perfila como una de las protagonistas indiscutibles del concurso. Y eso que no está ni concursando. Realmente nunca me deja de sorprender esta mujer. Ayer sacó una libreta, que se la habría podido coger perfectamente prestada a su hijo, y enumeró los insultos e improperios que le habían dedicado a su madre dentro del concurso.
La modelo le declaró la guerra a su excompañera Adara tras un encontronazo de ésta con su madre. Carrillo le dirigió unas palabras para reprocharle que podría tener más empatía con su madre, Lucía Pariente, y más ella, que sabe lo que es tener un mal día en un concurso de tal magnitud. Una vez más, la modelo no decepciona. Se entrega sin fisuras al show y rema a favor de obra. Tendríamos que agradecérselo porque el concurso no está dando todo lo que se esperaba de él.
Ayer entró finalmente Adara. Su papel es clave en el transcurso del concurso, pero la veo muy prescindible. No reconozco a la Adara que vi hace dos años en la casa de Gran Hermano VIP. Ayer la vi dispersa y con una actitud beligerante, aunque a medio gas. Cierto es que Adara nunca ha destacado por su don de oratoria, pero ayer demostró que ha perdido frescura y autenticidad. Veremos cómo evoluciona la convivencia con ella. Solo puedo decir que auguro que Miguel y ella saldrán peleados del concurso. Veremos cómo evoluciona la convivencia sin Sofía Cristo y con el fichaje temporal de Adara.