Tras unas vacaciones, Sálvame recibía ayer de nuevo a la periodista Chelo García Cortés. Una comunicadora que la pasada semana recibía un dardo de su compañera Laura Fa, que decía que ya estaba muy mayor y que se debería jubilar.
La primera imagen que vimos de Chelo fue ella sola paseando por los platós de Telecinco, disfrazada con un gran teléfono móvil y una antena en la cabeza. Carlota Corredera, la presentadora, explicó que “Chelo está de vuelta, y mira que han pasado cosas desde que se fue de vacaciones”.
Según la presentadora, que decía no estar de acuerdo con lo que estaba pasando, Chelo decidió no coger el teléfono móvil en sus vacaciones ni responder los mensajes de WhatsApp, de ahí que el programa haya decidido que antes de entrar en plató se pasease vestida de teléfono. “Hace bien, para eso está de vacaciones”, decía Belén Esteban como apoyo.
“El programa ha decidido que, de momento, antes de entrar en plató, se pasee por los pasillos como un teléfono móvil”, aclaraba Corredera, mientras Chelo hacía gestos divertidos caminando hacia adelante. La presentadora afirmó que está “muy educada en información” y que lo que hay que apostar por una disciplina positiva. “Ya no se castiga, ni a los niños, ni a los mayores, Valldeperas”, le decía al director
Cuando entró al plató, Chelo García Cortés recordó que se ha ido de vacaciones por primera vez en dos años, y que de ahí que no quisiese saber nada de su trabajo. Sin embargo, ha reconocido que el castigo no le ha parecido bien, y que cuando vio el disfraz se le cayeron “dos lagrimitas”.
Así, una vez más Sálvame utilizó los disfraces como castigo para sus colaboradores, en este caso, por tomarse sus vacaciones como lo que son, un descanso. Con esto querían sacar una vez más a Chelo de sus casillas, pues la colaboradora lo pasa fatal cada vez que le hacen disfrazarse. “Yo misma me avergüenzo de lo que estoy haciendo. Cuando me disfrazo es como si dejara de ser yo y me siento ridícula. He tocado fondo, pero no puedo responsabilizar a nadie” dijo en una entrevista en Semana en 2017.
En otra ocasión, en 2020, se quitó el disfraz cabreada y fue pillada diciendo que “la próxima vez se va a disfrazar tu puta madre”, insultando a la madre del director David Valldeperas. Como castigo, tuvo que ir disfrazada una semana entera.