Operación Triunfo es uno de esos programas que siempre genera interés, incluso cuando no se está emitiendo. Cualquier detalle que se dé sobre sus ediciones pasadas, cualquier anécdota, suele causar mucha atención en el público. Ya sea un romance que no captaron las cámaras, una situación comprometida en la convivencia, o los entresijos que hay durante las galas semanales.
En ese sentido, este fin de semana Coco Comín dio una entrevista en la que recordaba su paso por Operación Triunfo 2008 y 2009, y no guardaba un grato recuerdo. ¿La razón? Que a pesar de ser miembro del jurado, la producción le daba las indicaciones de quién debía continuar y quién no, y ella tan solo podía elegir las palabras adecuadas.
“Cuando yo fui jurado de Operación Triunfo, tuve que eliminar a Pablo López. Me tocó hacerlo y yo no quería. No tenía argumentos para decir que lo había hecho mal, porque lo hizo perfecto. Estas elecciones te las mandan porque te dicen ‘tú hoy eliminas a este y Risto hoy elimina a este’ antes de ver la actuación. Por eso no me gusta nada”, explica Coco, quien posiblemente confunda las eliminaciones con las nominaciones.
“Estos talent shows están llenos de mentiras, no es verdad nada, ni quién gana ni quién pierde. Son imposiciones de las direcciones de los programas porque interesa más uno que otro”, sentencia, llenando así de dudas la autenticidad del programa y el papel que ejerce el jurado.
Los papeles con las valoraciones de Brisa Fenoy
Esta polémica ha tenido lugar cuando el concurso no estaba en antena. Pero no olvidemos que en 2018 el formato experimentó una fuerte crisis de credibilidad por una fotografía subida a las redes sociales.
El perfil de Twitter de OT 2018 mostraba una imagen de Brisa Fenoy, miembro del jurado de una de las galas, y delante de ella había un papel en el que se podía leer claramente el veredicto que deben tener con cada uno de los concursantes, si estarán nominados, en dudas, o si siguen una semana más en la Academia.
Ampliando la imagen se veía que Famous sería el favorito de este miércoles por la noche y que Natalia y María serían salvadas por el jurado. A partir de ahí, todos los concursantes eran duda. También se apreciaba que si Marilia se salvaba de la expulsión sería nominada de nuevo, y si se quedaba Noelia sería salvada por los miembros del jurado.
Tinet Rubira, director de Gestmusic, salió al paso de las críticas dando explicaciones en las redes sociales. “El jurado ve los ensayos del plató del martes y toma sus notas. Después deciden cuando ven la actuación definitiva de la Gala” aclaraba. Sobre el papel que tenía Brisa, explicó que eran las notas de los miembros del jurado, las cual el programa las pasaba a limpio. A pesar de estas explicaciones, la cuenta oficial del programa borró la imagen de Brisa Fenoy.
Otras dudas surgidas alrededor de ‘OT’
Otra duda que siempre ha pesado sobre Operación Triunfo es aquel rumor que hablaba de que algunos concursantes ya estaban seleccionados antes de pasar los castings. Unos rumores que se acrecentaron tras la emisión de Mi casa es la tuya dedicada precisamente a Pablo López, al que no quería eliminar Coco Comín.
“Yo me presento a Operación Triunfo porque estaba en un hotel y un día que mi madre era la única espectadora, entró un cliente especial. No sé si esto lo puedo contar”, dijo el malagueño. “Esa persona era Ángel Llàcer, que era director de la Academia”, explicaba López reconociendo que conoció al por entonces profesor antes de presentarse a los castings. “Me pidió que siguiera tocando, que acababan de terminar una función de teatro. Y le dije que no, que había terminado mi turno. Mi madre me dijo que era un borde y al final me quedé un rato y toqué”, añadía. “Por tocar perdí el Cercanías y tuvo que coger un taxi con lo que había ganado esa noche. Y mi madre me dijo que me presentara a un programa de estos. Hice una apuesta porque yo le decía que me presentaba y no me cogían. Y mira, me cogieron”, explicó.
Del mismo modo, no podemos olvidar que tras salir de Operación Triunfo 1, la familia de Naim Thomas generó muchas dudas sobre la transparencia del formato. La madre de este artista explicó en un libro coescrito con el periodista Wayne Jamison que durante la primera edición de Operación Triunfo le avanzaron la fecha de expulsión de su hijo antes de echarle.
Aquel libro, llamado OT. La cara oculta, sigue secuestrado judicialmente, y en él se desvelaba algunos secretos del programa, como por ejemplo, el tipo de contrato que firman sus participantes. Entonces Gestmusic pidió medidas cautelares al considerar que la obra podía lesionar “el honor y la buena fama del concurso”.
Por otro lado, recordemos que Risto Mejide, al que hizo mención Coco Comín, también dijo en Chester en el año 2019 que su salida de Operación Triunfo se debió a que chocó con los productores (Toni Cruz y Josep María Mainat), también en relación con las nominaciones del concurso. “Ellos pensaron que me podían condicionar, porque pensaron que podían inducir mi voto. Y esto lo he dicho aquí por primera vez”, revelaba. “Les dije 'si me habéis contratado a mi vais a tener mis opiniones', y ahí se les descontroló el juguete”.
La polémica de Amaia en ‘El número Uno’
Operación Triunfo no es el primer talent show que es señalado por haber manipulado, de alguna forma, la salida de sus concursantes. En aquel mismo año 2018, Noemí Galera, entonces directora de la Academia de OT, comentó en una entrevista en Smoda que cuando Amaia Romero salió del concurso El Número Uno fue porque se pactó así.
Más tarde, Óscar Tarruella, entonces mánager de Mónica Naranjo (que fue jurado de aquel programa, producido por Gestmusic al igual que OT) indicó que “fue Mónica Naranjo quién dijo a Tinet (Rubira) que Amaia no debía estar en un talent a su edad”.
Aquello causó un gran revuelo y se habló de manipulación. Eso provocó que el propio Tinet Rubira tuviese que explicar qué había de cierto al respecto. En una nota narró que Amaia, que tenía 13 años, tuvo que modificar su forma de estudiar para acudir a Barcelona los jueves y viernes, y que sus notas se resistieron. Los padres se preocuparon por los estudios y trasladaron al programa su inquietud, y según Rubira dijeron que “si en algún momento era “nominada”, que el jurado no fuera condescendiente con ella por ser menor, que abandonar el programa le supondría un disgusto, pero que era mejor no alargar su permanencia y menos a esas alturas del curso escolar”.
La dirección del programa trasladó esta preocupación al jurado, y así en última instancia se tomó “con absoluta libertad la decisión que creyó conveniente”, según el productor.