Sálvame sigue sacando toda su artillería para tratar de frenar el avance de Tierra amarga. El programa de Telecinco ha vuelto a tirar de un recurso habitual cuando la actualidad no acompaña: crear tramas en torno a los colaboradores. Tras destapar una falsa bomba sobre la 'intocable' Gema López, este miércoles le ha tocado a Kiko Hernández estar en la palestra.
La emisión ha comenzado con la voz en off del programa asegurando que "la historia que conocerán esta tarde no es una bomba de humo, es algo que Kiko pensaba que se encontraba a buen recaudo, en su caja de los secretos". Una vez más, como ocurrió con Gema, el formato se ha encargado de asegurar que la información "podría dañar la reputación" del colaborador.
Carlota Corredera se ha encargado de alimentar la expectación asegurando que teme el abandono de Kiko: "Cuando digo que tengo miedo a que abandone el programa, lo digo en serio. (...) Si Kiko hoy de pronto decide dejar le programa no levanto cabeza".
"Yo sé que a veces se genera la duda de que cuando salimos a trabajar estamos avisados, manejamos información… No, Kiko no tiene ni idea de qué va a pasar hoy", ha proseguido la presentadora.
Finalmente, la supuesta bomba era el robado que una revista hizo hace tres años a Hernández al salir de una cena con una compañera del equipo. El programa ha sembrado la duda sobre si el tertuliano tuvo algo que ver con aquellas imágenes utilizando a un confidente anónimo que asegura que fue el propio Kiko quien avisó a los fotógrafos a cambio de dinero.
Además de esta bomba reciclada, el programa ha anunciado otra que se desvelaría a las 18:30 horas, cambiando así su estrategia habitual de apostarlo todo a las 17:45 horas, momento en que arranca la serie Tierra amarga en Antena 3. En este caso, Carlota Corredera ha asegurado que un colaborador se enteraría en directo de que su contrato no será renovado.
La presentadora ha insistido varias veces en que no se trata de un despido, sino de una "no renovación", y que el objetivo del programa no es humillar a nadie, aunque lo cierto es que han vuelto a jugar con el futuro laboral de uno de sus trabajadores para tratar de captar la atención de la audiencia.
Finalmente, Carlota anunciaba el nombre del colaborador despedido: "La persona a la que no se le va a renovar, que no va a continuar trabajando en Sálvame porque la dirección considera que no ha cumplido las expectativas, es Antonio Canales".
A pesar del incómodo momento, el bailarín ha mantenido la entereza y ha dedicado dos pullas, una a La Fábrica de la Tele y otra a la cadena. "Yo no soy periodista, termino aquí pero comienzo pronto con otra productora de Mediaset", ha anunciado para posteriormente confesar que su sueño es "presentar un programa que hable de cultura, que en Mediaset es muy difícil".
El artista ha tenido que pasar por el trago de ver un vídeo sobre los motivos por los que no ha sido renovado, una nueva humillación ante la que el bailaor ha explotado: "El programa está en horas bajas, me hubiera gustado que me echaran teniendo grandes audiencias, me sentiría más héroe", ha sentenciado.