"A (José Luis) Moreno es al único productor que le permito hacerme 'porcadas'. ¡Y no una vez, sino varias!", contaba hace unos años el consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, en una entrevista con Vanity Fair, sobre el ahora malogrado productor televisivo.
Sólo unos años antes, en 2006, el italiano había negociado con el empresario la compra del 15% de su productora Miramón Mendi, lo que llevó al final de la exitosa Aquí no hay quien viva en Antena 3 y el nacimiento de La que se avecina en Telecinco, en uno de los movimientos más recordados y polémicos del sector.
Fruto de aquel acuerdo también llegaría Escenas de matrimonio, la mítica serie que había nacido a partir de unos sketches sobre parejas en Noche de fiesta, en La 1, y que se convirtió en todo un éxito de audiencias en Telecinco entre 2007 y 2009.
Las cosas parecían irle bien a Moreno, que también trabajaba en aquellos tiempos con TVE con el remake de Las chicas de oro, con VEO TV con la serie Aquí me las den todas y con Noche Sensacional para la FORTA y TRECE, aunque no sin sobresaltos ya que la cadena de los obispos decidió apartar de este programa al amigo de Moreno, el actor checo Martin Mester, por haber participado en cine porno gay.
Sin embargo, no era oro todo lo que relucía. En 2011, el padre de Monchito era apartado de la producción de La que se avecina por falta de liquidez a la hora de pagar a guionistas y actores, y Mediaset decidía entregar la serie a sus sobrinos Alberto y Laura Caballero a través de una nueva productora llamada Contubernio.
Según informaba entonces El Mundo, el grupo dirigido por Vasile también había tenido que solventar previamente las deudas con los proveedores de La que se avecina para poder retomar la serie en su quinta temporada que, paradójicamente, fue la que despegó en audiencia.
Era el principio de su fin en Telecinco. Durante años, la cadena siguió contratando al ventrílocuo encargándole la producción de las dos galas navideñas. Sin embargo, todo cambió a partir de 2016 tras su polémica entrevista en Hable con ellas en la que amenazó con "cortarle el cuello" a Sandra Barneda y Yolanda Ramos denunció que le debía 25.000 pesetas.
Entonces, Mediaset España ya tenía firmadas con Moreno las galas navideñas de ese año. Sin embargo, aprovechando que ese tipo de galas estaban en continuo descenso de audiencias, el grupo decidió no volver a contar con Moreno como productor.
De esta manera, su única vinculación al grupo sería como arrendador de los platós de La que se avecina. Un vínculo que llegaría a su fin en 2020 cuando el empresario no logró un acuerdo de renovación con su sobrino Alberto Caballero. "Es una cuestión de ciclo, que se acaba un contrato y que ha llegado un punto que sentimos la necesidad de cambiar de aires y renovar el espacio y buscar otras cosas. Y luego hay otra serie de motivos en los que no prefiero entrar", confesaba el guionista a BLUPER.
TVE, su único negocio
Apartado por Mediaset España y con las puertas cerradas de Atresmedia por la "porcada" de la venta de Aquí no hay quien viva, a Moreno sólo le quedó TVE, cadena con la que había conseguido triunfar a principios de los 2000 con el recordado Noche de fiesta.
Y precisamente con ese tipo de programa es cómo consiguió regresar a la televisión pública en 2015, primero con la gala de Reyes y después con el polémico La Alfombra Roja Palace. Y todo ello a pesar de que la ley impide a TVE contratar a empresas que deben dinero al fisco y Moreno debía por entonces 3,4 millones de euros.
Sin embargo, para evitar esta ley, la empresa que aparecía como productora de los programas de Moreno para TVE era Producciones Digitales Riazor S.L, la cual no tenía pagos pendientes con Hacienda como sí ocurría con Kulteperalia S.L y Alba Adriática S.L.
Sería el mismo procedimiento que seguirían entonces el que era presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, y Moreno para dar luz verde a la serie Reinas. En esta ocasión, la pública se defendía ante los medios argumentando que TVE había contratado los derechos de emisión de Reinas con Indiana Pictures S.L, un productora que se encuentra "al corriente de sus obligaciones tanto tributarias como con la Seguridad Social".
No obstante, en BLUPER constatamos entonces que desde unas de estas productoras, Kulteperalia S.L., que debía al fisco 1.937.222, 13 euros, se estaban solicitando "maquilladores y/o peluqueros expertos en pelucas" para una importante serie de televisión de época.
Asimismo, en los títulos de crédito de la serie también aparecía la empresa Crystal Forest, propiedad de José Luis Moreno, como encargados de la producción de la ficción.
La protección de la pública
La serie, que fue un absoluto fracaso en términos de audiencias, no estuvo exenta de polémica ya que RTVE siempre se negó a revelar cuál fue su aportación porque "perjudicaría de forma directa sus intereses comerciales".
Finalmente, gracias a que en febrero de 2018 se conocieron las cifras del informe de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), por fin pudimos saber que la ficción costó tres millones de euros a RTVE, 501.672 euros por cada uno de los seis capítulos que estuvo en antena. Según Moreno, cada capítulo de la serie había costado 2,1 millones de euros.
El productor también sería denunciado por un grupo de 40 bailarines, que le reclamó más de 100.000 euros por no haberle pagado una elaborada coreografía en uno de los capítulos de la serie. Los exempleados relataron también que la deuda se extendía a "los contratados para las galas de Nochebuena y Nochevieja de Telecinco y Reyes para TVE, a los que les debe también el último mes o parte de él, según cada caso".
“Cuando no se paga algo están los tribunales para cobrarlo. La gente tiene la buena costumbre de que cuando no se le paga, se va. En mi caso, he tenido más de 30 millones de contratos firmados y pagados regularmente. Tuve un momento de crisis y al ser yo todo se ha amplificado. Se está pagando enormemente bien, incluso por adelantado. No sufras por mí, Argentina”, contestó el productor a este medio cuando se le preguntó por estos impagos.