Cada año Supervivientes consigue tener entre sus participantes algún famoso que cubra una “cuota Pantoja”. Esto es, alguien que esté relacionado de forma directa o indirecta con Isabel Pantoja y toda su familia.
En la edición de este 2021, tal honor ha recaído en Omar Sánchez ‘El Negro’, el novio de Anabel Pantoja. Un chico canario que se presentaba como uno de los rivales más fuertes, aunque la audiencia lo llevó a Playa Destierro la semana pasada.
Este martes, la organización de Supervivientes le permitió reencontrarse con Anabel Pantoja, que volvía a Honduras tras su participación en ese mismo reality en el ya lejano año 2014. A la influencer le vinieron muchos recuerdos de golpe. “Tenía una cuenta pendiente, aunque todo lo que viví aquí fue muy intenso”, reconocía Anabel.
Hay que recordar que su concurso en aquel entonces fue bastante flojo. Tras pocas semanas de concurso, la joven andaluza prácticamente se rindió. Sus compañeros, para hacerle un favor, la nominaron, y la audiencia, para premiar a los concursantes que generaban contenido, la expulsó.
“Isa (Pantoja) y mi tía (Isabel Pantoja) dejaron el listón por las nubes” reconocía, sin hacer mención a su primo Kiko Rivera, que también fue al concurso. “¿Te gustaría participar en la próxima edición?” le preguntó Carlos Sobera, indicando que era una pregunta en serio. “Bueno, ahora, con el estómago lleno... te digo que sí” le respondía Anabel.
Los realities no son para Anabel
Anabel Pantoja puede ser muy divertida por televisión. Cuando está de buenas baila, canta y hace lo que sea por entretener a la gente desde casa. Sin embargo, cuando sucede algo que para ella no estaba previsto se enfada, guarda silencio, amenaza con abandonar la televisión incluso.
Si nos fijamos en su trayectoria dentro de los realities, lo cierto es que Anabel Pantoja no nos ha dejado momentos especialmente brillantes. Es fácil que se agobie y que tire la toalla, o que a la audiencia sencillamente no le guste su comportamiento.
Como ya hemos mencionado, su primera aventura de telerrealidad fue Supervivientes en 2014. Fue la segunda expulsada y solo aguantó 14 días, aunque para ella parecía mucho más tiempo. En primer lugar la expulsó la audiencia, y tras abandonar Cayo Paloma fue a la Isla Bonita, donde de nuevo tenía que someterse a una votación. Allí pidió a sus compañeros que la eliminasen, y le concedieron el favor.
“Anabel, ¿te quieres quedar?” le preguntó en aquel entonces Jorge Javier Vázquez. “No, no puedo quedarme porque no estoy bien y no creo que deba estar aquí” decía la joven. “Yo lo único que quiero es volver a casa y no puedo quedarme porque no tengo fuerzas” se lamentaba.
Su siguiente reality fue Sálvame Okupa, en abril de 2019. Demostró su lado más divertido, cantó por Manuel Carrasco y María del Monte, generaba contenido… Y también se derrumbó en algunos momentos, contando, por ejemplo, que su sueño más personal es tener su propia familia. Mucha intensidad para solo tres días que duraba aquel invento, en el que llegó a alzarse como tercera clasificada.
En otoño de ese mismo año, Mediaset le dio una nueva oportunidad. Se convertía en el tercer nombre confirmado para Gran Hermano VIP. Pero no terminó de cuajar en la casa de Guadalix, y la audiencia la eligió como primera expulsada con el 80% de los votos.
“Estoy jodida. Quería quedarme. Tenía muchos planes. Quería cumplir este sueño y os doy las gracias. No sé en qué he fallado” se lamentaba en su salida. Ese mismo día vimos por primera vez a Omar Sánchez, que le dio una sorpresa en el plató.
Su concurso fue muy criticado posteriormente en Sálvame, aunque Telecinco dio una oportunidad más en Sola. Anabel fue la primera habitante del piso de este programa que se graba en las instalaciones de Mediaset.
Su participación fue un poco como conejillo de indias. El programa le propuso perder peso como objetivo y ella se entregó a la causa. A los ocho días, le dijeron que ya había sido suficiente y que se podía ir. Aunque en esa escasa semana Anabel se abrió en canal y habló, por ejemplo, de sus problemas de ansiedad y de cómo lo calma con la comida, en su regreso a Sálvame fue de nuevo señalada en Sálvame. Ella, cansada, aseguró que le habían montado “La matanza de Texas” en el plató, y que no se merecía ese linchamiento.
Por todo este currículo en realities, es difícil imaginar a Anabel haciendo un gran concurso en Supervivientes. Y ella misma lo sabe, por eso ha dicho “que sí, con el estómago lleno”. Porque sabe que cuando el hambre apretase en la isla lo pasaría mal, y que su vuelta a Sálvame, tras abandonar el concurso, sería movida. Como siempre lo es.