Telecinco ya trabaja en una nueva edición de Gran Hermano VIP. El reality estrella de la cadena regresará a abrir sus puertas en la próxima temporada de televisiva, a pesar de que no ha finalizado el juicio por la presunta violación de Carlota Prado en la edición de anónimos de 2017.

La cadena ha adelantado que el formato incorporará “novedades en su dinámica y en la propia casa donde se desarrollará el concurso” y que “el formato original de Banijay ha reforzado a nivel internacional su compromiso con la seguridad y el bienestar de concursantes y trabajadores”.

El lema de esta futura edición es 'La casa viva' y “mantendrá la esencia del formato, pero sorprenderá tanto a los espectadores como a sus próximos protagonistas”, según un comunicado.

De momento, se desconoce tanto la fecha del estreno como los posibles participantes. Sin embargo, no sería de extrañar que el programa tirase de agenda y le diese una nueva oportunidad a antiguos concursantes.

A lo largo de sus siete ediciones muchos han sido los grandes hermanos que han vuelto a la casa que les catapultó a la fama. Marta López, Pol Badía, Íñigo González, Chari Lojo, Liz Emiliano, Aída Nízar, Suso Álvarez, Dani Santos. Laura Campos fue la ganadora de Gran Hermano 12, y también probó suerte en la versión VIP, aunque no logró el maletín. Algo similar le ocurrió a Sofía Suescun, que no consiguió el doblete con GH DÚO.

Adara Molinero es la única gran hermana, de momento, que ha logrado alcanzar la victoria en una edición VIP tras quedarse en el camino en la edición de anónimos. Adara protagonizó en la casa uno de esos culebrones que gustan a la audiencia: se enamoró de su compañero Gianmarco Onestini, a pesar de que fuera tenía pareja, el también gran hermano Hugo Martín Sierra, padre de su hijo.

La esencia del formato

Sin duda, al público le gusta reencontrarse con esos habitantes de Guadalix de la Sierra a los que en un momento de su vida siguieron a diario. Por eso ¿no sería interesante hacer un Gran Hermano VIP compuesto exclusivamente de grandes hermanos, un All Stars?

La lista de gente que nos encantaría ver es muy amplia. María José Galera, Amor Romeira, Fayna Bethencourt, Patricia Ledesma, Matías Fernández, Nuria Yáñez 'Fresita', Nicola di Matteo, Nicky Villanueva, Gerardo Prager, Arturo Requejo, Yago Hermida, Alessandro Livi, ‘Aristidín’ Arístides Alonso, Ariadna Cross, Igor Basurko, Desireé Rodríguez, Aritz Castro, Miguel Vilas, Christian Gabaldón. Y muchos más.

Sería una buena forma de rescatar la marca de Gran Hermano, apostando por gente que ya sabe bien cómo hay que actuar delante de unas cámaras que te graban las 24 horas (algo para lo que no todo el mundo vale).

Muchos, sin duda, estarían encantados de volver. Solo hay que darse una vuelta por otros formatos como La casa fuerte, Solos o Supervivientes para encontrar a grandes hermanos con ganas de una nueva aventura televisiva.

Además, da la casualidad de que cada vez que se anuncia una versión VIP muchos grandes hermanos vuelven a ser noticia. Ahora, por ejemplo, Telecinco está cubriendo con ahínco la crisis que Adara y Rodri Fuentes están teniendo.

Algo diferente a ‘El reencuentro’ de ‘Gran Hermano’

A lo largo de estos años, Gran Hermano ha tenido varias ediciones que podríamos catalogar como especiales. Una con exconcursantes de la edición 12+1 (La Revuelta), una con exconcursantes de toda la historia del concurso (El Reencuentro), otra con exconcursantes de realities de la cadena y una última llamada El tiempo del descuento con los participantes de la última edición VIP hasta la fecha.

Sin embargo, estos programas tenían sus propias reglas particulares. En El reencuentro, por ejemplo, se concursaba por parejas, y si salían dos participantes entraba otro. Además, se podía expulsar a un concursante, o que abandonase, y se le reemplazaba por otro. Además, no había nominaciones, sino que se expulsaban entre ellos.

Lo que en estas líneas proponemos es una edición con exgrandes hermanos, pero que siguiese siendo Gran Hermano, en su versión más pura. Sin tanta curva de la vida, ni dramas de fuera. Una convivencia al uso, y que permita recuperar la magia que el formato tenía antaño.