Olga Moreno ha vuelto a hacer trampas en Supervivientes, esta vez de forma descarada y ante millones de espectadores. La mujer de Antonio David Flores fue una de las ganadoras de la prueba de recompensa y pudo disfrutar de un generoso plato de pollo con patatas y pimientos junto a Omar, Melyssa y Gianmarco. El equipo ganador de la prueba del barro tenía 30 segundos para degustar la recompensa, pero la sevillana decidió saltarse las normas y trató de robar comida para poder ingerirla más tarde.
"Olga ¿Te has metido algo en el escote?", preguntaba Lara Álvarez ante el sospechoso bulto en la camiseta de la concursante. Entre risas, Olga sacaba varios trozos de pollo y volvía ponerlos en el plato pese a que estaban llenos del barro que cubría su cuerpo.
La presentadora recriminaba entonces la actitud de la superviviente: "Si te doy 30 segundos es para que te lo comas en directo, no para que te lo escondas". "Ahora tenéis pollo con barro del escote de Olga", añadía.
Mientras los ganadores de la prueba seguían comiéndose el plato, Jorge Javier comentaba desde el plató: "Ha sido un poco pillada, ¿no, Lara?". En ese momento, Olga respondía para pedir disculpas por su actitud: "Perdonadme, tengo mucha hambre, lo siento".
Una vez más, la organización decidió no tomar medidas contra la actitud antirreglamentaria de Olga. Además, cuando se agotaron los 30 segundos de los que disponían para poder comer, Lara Álvarez les informó de que podrían disfrutar del resto del plato tranquilamente en la playa.
Repite como líder
Por segunda semana consecutiva, Olga Moreno ha sido la ganadora de la prueba de líder y, como ya parece ser tradición, sus detractores han clamado por las sospechas de tongo del programa.
Para conseguir el collar de líder, los supervivientes disponían de un plato con un kilo de pasta del que debían comer exactamente 50 gramos a ojo. Quien más se acercase a esa cifra sin pasarse, sería el ganador.
Tras ingerir lo que cada uno consideró suficiente para ganar, el programa fue pesando uno a uno los platos de los concursantes. Algunos se quedaron cortos y otros se pasaron, pero sorprendentemente Olga clavó los 950 gramos que debían quedar en el plato para ganar.
Muchos espectadores se han percatado de que, a diferencia de otros años en los que se ha disputado esta prueba, en esta edición la báscula no estaba situada de frente a la cámara, por lo que la audiencia sólo pudo ver la cifra del peso de cada plato a través de una ventana puesta por la realización. Esto ha sido motivo suficiente para que las acusaciones de tongo en favor de Olga vuelvan a planear sobre Supervivientes 2021.