A pesar de que desde la Unión Europea de Radiodifusión (UER) se ha intentado mantener el Festival de Eurovisión 2021 al margen de la escalada de violencia en Oriente Próximo tras la mayor ofensiva de Israel a Palestina en casi una década, las redes sociales se llenaron los últimos días de comentarios promoviendo un boicot contra el país.
Además, a las puertas del estadio Ahoy de Róterdam, una decena de manifestantes protestaban este martes contra "la participación del Apartheid de Israel en Eurovisión". "Al igual que otros países, Israel quiere tener una fiesta esta noche, mientras que los palestinos están siendo asesinados de manera lenta. Si te preocupan los derechos humanos, no aplaudas a Israel esta noche", se podía leer en los manifiestos que daban a los espectadores y prensa.
Sin embargo, confirmando lo que aventuraban las casas de apuestas, que confiaban en que la cantante Eden Alene lograría su pase a la final del próximo sábado 22 de mayo, eso sí, no sin ciertas dificultades, finalmente, el país ganador del certamen en 2018 podrá pelear por el micrófono de cristal. Lo hará, paradójicamente, con el tema Set me free (Libérame).
Pero, dejando al margen a Israel, los países que sí aseguraron su pase para la final fueron las favoritas Chipre y Malta, además de Noruega, Rusia, Azerbaiyán, Lituania, Suecia, Bélgica y Ucrania.
Elegida como sustituta de Sandro, el cantante elegido por Chipre para 2020, la propuesta de Elena Tsagrinou para esta edición recuerda al famoso Fuego de Eleni Foureira que llevó al país a su mejor posición histórica, con influencias de Lady Gaga. Y es que El Diablo recuerda por momentos a temas de la americana como Bad Romance, Judas o Alejandro. Su gran presencia escénica le asegura una gran posición en la final y una más que probable victoria en el televoto.
Por su parte, la maltesa Destiny Chukunyere continúa su romance con Eurovisión y dando alegrías a su pequeño país después de que ganara el Festival de Eurovisión Junior en 2015 con el tema Not My Soul. Su enérgico Je me casse puso un brillante cierre a la semifinal que fue largamente ovacionado por el público.
También dará mucha guerra en la final la rusa Manizha, a quien muchos ya ven como el dark horse (canción sorpresa) de la edición. La joven de 29 años, que defiende el tema Russian Woman, ha sufrido el boicot por parte de la sociedad más conservadora de su país por defender un tema con un marcado discurso feminista.
Otro país que podría colarse en las primeras posiciones por sorpresa es Ucrania, que acude a Róterdam con un tema que mezcla electrónica y música étnica. Asimismo, tampoco podemos olvidarnos de Lituania, que aunque este año ha perdido su condición de favorita del pasado año, ha brindado el mejor de los inicios posibles para la vuelta de Eurovisión tras un año de pandemia con los discotequeros The Roop.
Muy celebrado fue el pase de Bélgica a la final con el grupo Hooverphonic, que a principios de los 2000 consiguió la fama en Europa con temas como Mad about you. The Wrong Place, su tema en Eurovisión, está considerado por los eurofans como un tema de culto.