Jorge Javier Vázquez ha cargado duramente contra Macarena Rey, CEO de la productora Shine Iberia, por presumir de competir contra los realities de Telecinco con formatos "blancos y familiares" como Maestros de la costura o MasterChef.
El presentador se ha sentido personalmente atacado por las palabras de la productora y no ha dudado en cuestionar la forma en que se desarrolla el talent culinario de TVE. "Me gustaría que muchas de las personas que han ido a trabajar a MasterChef, que son conocidas, explicaran cuál ha sido su experiencia y en qué situaciones límite se les ha colocado para que luego den juego en el programa", aseveraba.
No deja de resultar llamativo que una persona que ha estado al frente de formatos como Gran Hermano o Supervivientes hable de someter a concursantes a situaciones límite para conseguir contenidos televisivos. Y sí, en este punto del de Badalona podría aducir que Telecinco no oculta esas dinámicas en sus realities ni pretende hacer pasar estos formatos por blancos y familiares, pero ¿qué hay del resto de programas de la cadena?
Está claro que la telerrealidad justifica el hecho de forzar situaciones para que los personajes den juego, pero Jorge Javier ha abierto la veda sobre lo que se esconde detrás de los talent shows. ¿Es MasterChef sólo un programa de buenos cocineros? Todo el mundo sabe que no. ¿Podría el mejor trapecista del mundo participar en Got Talent sin tener una apasionante historia de superación, drama o conflicto detrás? Quien responda afirmativamente, o ignora el mercado televisivo o sufre de una preocupante hipocresía.
Utilizar de forma torticera esta realidad generalizada del medio para cargar contra un formato como MasterChef y desacreditar a quienes trabajan tras las cámaras es jugar sucio. El presentador de Sálvame está manipulando una situación para utilizarla a su favor, omitiendo deliberadamente la forma en que su propia cadena fuerza, provoca y estira los conflictos, incluso en el programa vespertino que él presenta.
Y es que Sálvame presume de ser un espacio en el que los espectadores son testigos directos de todo lo que ocurre, incluso de las sonadas broncas entre los colaboradores. Pero, ¿hasta qué punto esos enfrentamientos son tejidos tras las cámaras? Cabe recordar aquel momento en que, en un ataque de incontinencia verbal, Laura Fa acusó a uno de los directores de malmeter entre Belén Esteban y Anabel Pantoja en plena disputa por sus marcas de joyas. Luego se desdijo entre lágrimas, pero ahí quedó la sombra de la duda.
Si Jorge Javier quiere poner las cartas sobre la mesa, debería empezar por abrir los cajones su propia casa y desvelar los entresijos de todos los programas de Telecinco. Sin embargo, él ha preferido optar por lo fácil y disparar contra una televisión pública, sabiendo que cualquiera de las reacciones de la otra parte acabarán favoreciéndole.
El ataque de dignidad de Jorge Javier Vázquez por las palabras de una productora que, dicho sea de paso, en ningún momento criticó los contenidos de sus competidores, está totalmente fuera de lugar. Es más, resulta bastante torpe interpretar el discurso de Macarena Rey como un ataque, cuando realmente estaba poniendo en valor la oferta de Mediaset al resaltar el mérito de un formato como MasterChef de mantenerse firme frente a un competidor tan potente como Supervivientes.
Parece que el ego del de Badalona le lleva a pensar que está descubriendo la pólvora al acusar a MasterChef de hacer lo que ya se sabe que hace: televisión. Pero ese mismo ego le impide ver las consecuencias que para él y para Telecinco podría tener esta guerra. Si, como él desea, hablasen los damnificados por los programas de TVE, quizás también se sintieran incentivadas las 'víctimas' de la cadena de Vasile para dar la cara y contar cómo se gestan muchas de las dinámicas de sus programas. Quizás habría que recordarle a Jorge que, como bien ha dicho Rocío Carrasco recientemente, "perro no come perro".