MasterChef está de plena actualidad estos días por las entregas de su novena edición, que actualmente está en emisión, así como por el anuncio del atractivo casting de la próxima temporada de MasterChef Celebrity. Sin embargo, el formato también se ha visto envuelto en una polémica inesperada tras el ataque de Jorge Javier Vázquez, que ha acusado a la productora de actuar con "hipocresía" y de someter a los concursantes a situaciones límite para lograr contenido televisivo.
Tras sus incendiarias palabras en Sálvame, el presentador aseguraba haber recibido numerosos mensajes de personajes que habían pasado por el formato culinario y que le dan la razón. "Me están diciendo que si ellos hablasen se armaba la de Dios es Cristo", advertía en el plató del programa vespertino.
Lo cierto es que, en medio de esta polémica, las palabras de Pepe Rodríguez en la rueda de prensa de presentación de la novena edición de MasterChef toman un sentido especial. El juez del talent culinario aseguró en el evento, al que asistió BLUPER, que en el formato "se lleva a los concursantes al límite físico y mental para que estén dándolo todo y el programa esté muy arriba".
Esta afirmación concuerda con la acusación de Jorge Javier sobre lo que ocurre tras las cámaras del programa, al que el presentador catalán ha acusado de no ser tan 'blanco' y familiar como aparenta.
Pepe Rodríguez afirmó, además, que "eso lo saben hacer muy bien los que hacen tele", y defendió que MasterChef "no puede perder el punto de exigencia, porque sería una 'chufa' de programa".
Sin poder imaginar la controversia en la que el formato se vería envuelto días después, el juez presumía de seguir siendo exigente, aunque con el paso de los años intenta serlo "de una forma amable, con un poquito de surrealismo y de cachondeo".
El chef, que ha encontrado en la televisión una "tabla de salvación" ante la dura situación que vive la hostelería por la crisis del coronavirus, asegura que se aplica la misma exigencia a sí mismo: "En la cocina quiero ser el mejor del mundo y en la tele quiero dar mi mejor versión", confiesa el juez, que recuerda cómo entró en la televisión "sin tener ni idea".
"Si no ha gustado un programa, me da igual, sé que he dado el 100% y más no puedo hacer", añade. Además, defiende que nunca ha tenido mala relación con los concursantes fuera de las cámaras "quitando dos o tres casos. Uno de ellos es el de la controvertida Saray, de la octava edición: "Nos equivocamos con ella o ella con nosotros, pero no se lo tengo en cuenta", comenta Pepe.
Pero, según su punto de vista, no son los anónimos los que más se quejan en el programa, sino los participantes de MasterChef Celebrity: "Los famosos son unos quejicas, están deformados, les ponen un taxi de producción, les pintan la cara, algunos llevan 20 años en la tele y están maleducados. A los anónimos les pones una botella de agua y te lo agradecen enormemente".