Poco a poco, Netflix comienza a ampliar su apuesta por el entretenimiento, también con el género del reality show, gracias a productos como Too Hot To Handle o a los recién anunciados en nuestro país Amor con Fianza, un programa al estilo Isla de las Tentaciones con Mónica Naranjo, e Insiders.
Pero quizás el mayor exponente del género en la plataforma sea The Circle. En este novedoso concurso, 8 personas viven en solitario en pequeños apartamentos y solo pueden interactuar con el resto de participantes a través de the circle, una especie de red social que se maneja con la voz.
De esta forma, cada concursante del resto solo podrá ver algunas fotos y detalles de su vida. Pero, aquí está la gracia: los concursantes pueden mentir, incluso con su propia identidad. Así, las relaciones se entablan a través de conversaciones online, como si de un chat se tratara, y de otros juegos o retos, estando siempre la duda en los concursantes de si detrás de cada perfil está quién dicen ser.
Ahora, tras el éxito de su primera edición y de las versiones de Francia y Brasil, el reality regresa a Netflix con su segunda edición. Y si algo se ha dejado notar en los cuatro primeros capítulos lanzados es que la temporada va a estar cargada de competitividad, algo de lo que quizás carecía la primera edición, en la que en general primó el buen rollo sobre las estrategias.
Así, la trama central de estos primeros capítulos es la enemistad creada entre Terilisha y Savannah. Una enemistad que provocaba que los concursantes de dividieran en dos grupos, cada uno de ellos seguidor de una de las participantes. Convertidas en las líderes oficiales, ambas concursantes se declaraban la guerra "delante" de sus compañeros durante uno de los juegos del concurso, dejando uno de los momentos de mayor tensión del reality.
Otro de los puntos curiosos de esta edición está en el propio casting. Lance Bass, uno de los miembros de la desaparecida boyband *NSYNC es concursante en el programa... o eso piensan sus compañeros, porque detrás del perfil del cantante se encuentra realmente su asistenta.
Una temporada que promete ser espectacular, gracias, además, a la inclusión de nuevos giros que sorprenderán por igual a concursantes y espectadores, y que harán que el concurso sea más impredecible de lo que ya lo es. Uno de ellos será The Inner Room, una nueva sala de la que se desconoce su utilidad, pero qué pondrá patas arribas el reality, tal y como se deja ver en el avance ya publicado de los próximos episodios.
'The Circle', un reality brillante
Como es habitual, hay dos claves que ayudan mucho a que un reality funcione: el casting y el montaje. Y en este programa, ambos aspectos están perfectamente combinados. Ya ocurría en su primera tanda de capítulos, y aquí vuelve a suceder, y es que los concursantes son personajes maravillosos, carismáticos y divertidos, a los que cogerás cariño u odiarás en apenas unos minutos.
El montaje es también uno de sus puntos fuertes. The Circle tiene una edición limpia, directa, no se nota que haya relleno, se eligen los mejores momentos y se trata de terminar cada episodio en lo más alto, para que el espectador no dude en ningún momento en si ver el siguiente capitulo o no. Además, cada conversación es oro y las reacciones y teorías resultan realmente fascinantes
Otro de los puntos clave del reality está en su forma de emisión. En lugar del estreno “de golpe” de todos los capítulos, como ocurre con las series, con The Circle Netflix lanza 4 capítulos a la semana. Así, cada miércoles el programa se convierte en una especie de evento en la plataforma y da lugar a que los seguidores estén toda la semana hablando del programa, sobre sus teorías y favoritos.
Pero si hay algo que convierte a este show en oro televisivo son las reacciones de los concursantes cuando se encuentran con sus compañeros. Ya sea tras sus expulsiones o en el programa final, son impagables las caras tras descubrir que su amigo durante el concurso, con quien ha compartido tantas cosas, era realmente un catfish (es decir, un perfil falso).
En definitiva, The Circle es un reality brillante, entretenidísimo y muy fácil de ver. Una experiencia deliciosa que resume a la perfección lo que vemos cada día en las redes sociales, pero trasladado a la competición y al reality show. ¿A qué molaría ver una edición española?