TVE ha sorprendido este jueves a los espectadores al desvelar sin previo aviso los ocho primeros concursantes de MasterChef Celebrity 6. Entre el listado de nombres, el de Victoria Abril es uno de los que más controversia está generando. El fichaje de la actriz, que recientemente ha protagonizado una sonada polémica por su postura negacionista del coronavirus, ha dividido a los seguidores del talent culinario.
Lo cierto es que la presencia de Abril en las cocinas de MasterChef puede suponer una gran oportunidad para mostrar al público su faceta más cercana y desconocida, pero a la vez el programa corre el riesgo de dar voz a una negacionista y blanquear su imagen en una televisión pública.
Si bien la corporación debe mostrar su compromiso de servicio público y reflejar la diversidad existente en la sociedad española, son muchos los espectadores que consideran que hay 'líneas rojas' que no se deben cruzar, sobre todo en medio de una pandemia mundial que se ha cobrado decenas de miles de vidas en este país.
La actriz se ha hecho eco de numerosos bulos rescatados de "foros científicos de Internet". Llegó a declarar en su polémico discurso de los Premios Feroz que "ya hay más muertos con vacuna que sin ella" o que "están testando directamente en seres humanos como cobayas". Además, se mostró en contra de medidas sanitarias aceptadas por todas las autoridades, como el uso de mascarilla o la distancia de seguridad.
Pese a que MasterChef es un formato familiar en el que es poco probable que Victoria Abril encuentre espacio para difundir su negacionismo, su presencia en las cocinas podría bastar para que su discurso arraigue en buena parte de los espectadores. Ver a la actriz en su faceta más cotidiana, cocinando, interactuando con sus compañeros y bromeando con los jueces favorecerá la empatía hacia ella y la normalización de su peligrosa postura con respecto a la pandemia.
Por otro lado, muchos seguidores del formato se preguntan cómo se comportará la actriz durante el rodaje, pues cabe recordar que el programa sigue unas estrictas medidas de seguridad para combatir una pandemia que la actriz califica como "farsa". En este sentido, Abel Arana, presentador digital y responsable del concurso en redes sociales, ha aclarado lo siguiente: "Todas las personas que trabajamos en @MasterChef_es seguimos unos protocolos de seguridad muy estrictos y rigurosos. Absolutamente todos. Se acabó el debate".
Sin embargo, el debate parece no haber hecho más que empezar, una discusión que no se habría dado sin el fichaje de Victoria Abril. Y es que cabe preguntarse en este punto dónde están los límites de la libertad de expresión y cuándo hay que dejar de dar voz a posturas cuestionables.
El miércoles 14 de abril, Telecinco ofrecía un discurso, pronunciado por Carlota Corredera, que podría guiar a TVE a la hora de encontrar el camino que debe seguir una televisión pública. "La Tierra no es plana, el coronavirus es una pandemia sanitaria y la violencia de género es una pandemia social. No es discutible", aseveró la presentadora, añadiendo que en la cadena "jamás" se dará voz a negacionistas.
La postura de Mediaset, evidentemente, es debatible y está llena de posibles matices, pero refleja un firme compromiso que también cabría esperar por parte de la corporación pública en asuntos tan delicados y relevantes.
Cuestionable estrategia
El modo en que TVE ha anunciado a Victoria Abril y al resto de concursantes de la sexta edición de MasterChef Celebrity también ha acaparado críticas. Y es que la cadena desvelaba, a través de las redes y sin previo aviso, los cuatro primeros nombres de la edición, Vanesa Romero, Miki Nadal, Tamara y Julián Iantzi.
A lo largo del día se siguió revelando aspirantes a cuentagotas y, además, el programa La hora de La 1 cebó durante toda la mañana un "fichaje sorpresa" que acabó siendo el de Victoria Abril. Samantha Hudson, Arkano y Eduardo Navarrete son los otros tres concursantes que se han conocido este jueves.
De esta manera, la cadena ha desvelado en un día la mitad del casting de la edición Celebrity sin que haya arrancado su rodaje y cuando apenas acaba de comenzar la versión de anónimos, una estrategia cuestionable para tratarse del formato estrella de TVE.