Durante la presentación de Love Island a los medios, los directivos de Atresmedia y Boomerang TV aseguraron que el reality contaría con un protocolo que haría que todo estuviera "mucho más controlado que en otros reality".
Además, sobre la tan polémica ingesta de alcohol de otros programas de este género, la cadena añadió que, a pesar de que los participantes podrán tomar cervezas, no se les facilitarán "cantidades ingentes de alcohol".
De hecho, tal y como se está viendo estos días durante su emisión, a los isleños sólo se les puede ver beber copas de champagne y una bebida de un color azul que, según ha podido saber BLUPER, se trata del concentrado de frutas Blue Tropic.
Nada que ver con lo que ocurre en otros realities de la televisión como Gran Hermano o La Isla de las Tentaciones. En el primero, por ejemplo, según consta en el auto de la jueza que investiga un presunto caso de abusos sexuales en GH Revolution en noviembre de 2017, el acusado José María López contaba que “hacen fiestas todos los martes y viernes siempre con alcohol. Proporcionan mucho alcohol”.
“Al principio no, pero poco a poco y ya de últimas dije '¡hostia!'. Y ya doblaron e incluso triplicaron la bebida. Cuando éramos 20 ponían una copa por persona y poco a poco fueron subiendo las dosis, no sé por qué”, explicaba el joven en declaraciones recogidas por El Confidencial.
"Mínimo cinco botellas de whisky, ron, tequila, ginebra…”, comentaba por su parte, Carlota Prado, la demandante y víctima de los supuestos abusos sexuales dentro de la casa. “Los 'Súpers' nos preguntaban previamente qué queríamos. No había más alcohol que otros días. Siempre se terminaba el alcohol. Nunca nos han frenado la ingesta de alcohol”.
“Podíamos ir en grupo y pedir más de ron, por ejemplo, y había a veces que ellos lo hacían. Cerraban la puerta y ponían más, no había una cantidad establecida y fijada que no se pudiese mover. Algunos acababan vomitando. Las últimas fueron las peores", continuaba.
Cuestión de estadística
Sin embargo, el Súper Floren Abad lo negaba. "Siempre está limitado el alcohol. Una copa por concursante. Siempre era la misma cantidad. Ellos no tienen reserva de alcohol. Si ellos no se lo toman, el alcohol se saca. Ese día no sé si se consumió todo o no. Nosotros les pasamos el alcohol en unas frascas, unas botellas transparentes. Se comprueba el alcohol que sobra porque entramos regularmente, y hay un control de la comida que ellos tiene. Nunca he sido informado de que se guardaran alcohol".
"Es una cuestión de estadística. Si hay 12 personas metemos 12 copas, yo ya no les digo que cada uno se tiene que tomar una. El estado de Carlota se entiende porque ella tomaría más alcohol que sus compañeros. Nosotros metemos el alcohol en unas frascas y calculamos una copa por persona, si ella decide tomarse tres copas no les decimos que es una copa para cada uno. No les retiramos el alcohol ni les decimos que tienen que dejar de beber, consideramos que son personas adultas y ellos saben controlarse", añadió.
Por su parte, el que era entonces director general de Zeppelin, Álvaro Díaz, explicaba que “desde hace muchísimos años tenemos estipulado facilitar alcohol a los concursantes. Son cantidades muy pequeñas. No hay alcohol libre en la casa, se les mete solo el día de la fiesta unas cantidades muy pequeñas para todos”.
“Aproximadamente, se reparte como para una o dos copas por persona. Nunca se ha aumentado la dosis. Yo no llevaba un control de quién estaba bebiendo y quién no. No me consta que los concursantes tuvieran alcohol guardado de otras fiestas", añadía.