¡Ya está aquí Supervivientes 2021! Qué ganas de que empezara, de ver cosas nuevas. Esta edición, me da a mí que viene potente y sin filtros. ¡Todos van a dar mucho juego, porque están hambrientos, de momento solo de foco, de cámara y de fama! Y eso, no nos engañemos, es garantía de jarana, de conflictos y salseos varios. De entrada, los primeros minutos han estado muy currados: planos diferentes y enclaves novedosos. Ya saben la monserga: el ganador se lleva 200.000 euros y bla bla bla. ¡Vamos a lo interesante! Como novedad en esta edición -no, Jorge Javier Vázquez (50 años) no ha ido a Honduras, como se especuló, él estaba este jueves en el plató de Telecinco, como siempre-, ¡no todos se han tirado del helicóptero!
Tan solo lo han hecho aquellos privilegiados que han sido seleccionados por el público para vivir en la isla del pirata Morgan, vamos, en Cayo Paloma. Es decir: Melyssa (28), Omar Sánchez, Lola, Alejandro Albalá (26), Tom Brusse (29), Marta López (47), Gianmarco (24), Olga Moreno (45). Los otros, en cambio, harán vida -malvivirán en realidad- en el Barco Encallado. Estos participantes -no tienen ni categoría de concursantes- son Alexia, Valeria, Lara, Antonio Canales (59) y Palito Dominguín, Carlos Alba, Agustín Bravo (60) y Sylvia Pantoja (51). Cada domingo, se conocerá quién podrá pasar a la isla del capitán Morgan.
Los que vivan en ese mugriento barco tendrán unas condiciones de vida pésimas, añadidas al tambaleo y el mareo: un kit de pesca básico, solo pisarán tierra para pescar y harán sus necesidades en un cubo de metal. Se hacen una idea, ¿no? Puag. Por contraste, los afortunados dispondrán de un kit más holgado de pesca, 50 gramos de comida al día, 5 latas y harán sus cosas fisiológicas en una letrina. ¡Mucho más decente, dónde va a parar!
Una vez soltado todo este rollo necesario para entender cómo funcionará este percal a partir de este jueves, ¡nos metemos de lleno en el análisis! Todos han expresado el porqué van a Honduras y todos concluyen con la misma cantinela: era el momento, ganas de retarse, superarse, una oportunidad única, aquello del tren que pasa y no hay que dejarlo ir... Ya saben. Marta López y Alexia Rivas, ¡primer encuentro a solas antes de viajar a Honduras! Eso es lo que nos merecemos. Besos de rigor, incomodidad manifiesta en la mirada esquiva. "Es la primera vez que nos vemos", constata Marta. Alexia saca el guante de boxeo: "Al final yo no tengo la culpa de lo que sucedió". López responde, conciliadora: "Nunca me metí contigo, solo justifiqué que mintieras porque estabas enamorada. Solo me dolió que dijeras que vivías con él cuando no era así".
Luego Rivas, antes de que llegasen los demás, suelta algo así como que "llevo trabajando desde los 19 años". Una frase ridícula que no le favorece nada. Hija, que estás en Supervivientes no en un casting de televisión: tu currículo, con mucho amor, me da igual. Esperen, que vienen curvas. ¡La pelea de ambas por el tema de marras! Casi se tiran de los pelos las mendas por aquel señor llamado Alfonso Merlos. Sí, ese que nos alegró el confinamiento. Se saben la historia. Rivas tiene una capacidad de la que carece Marta: la calma y la serenidad. Marta es impulsividad y Alexia se la va a cargar. La de Socialité es una killer en potencia, pero no lo exterioriza. Está explicando en un momento dado el alud que le supuso la fama: "De repente pasé a que me conociera todo el mundo, el boom, no he vuelto a trabajar desde entonces".
Marta la mira con cara de estreñida: "Estoy escuchándola, pero no comparto nada". Alexia se tira a la yugular: "Llevaste una conversación privada mía al Deluxe". Marta estalla: "Dijiste que llevabas dos meses viviendo en casa de Alfonso Merlos, luego que un mes, luego que quince días. Pasaste sin ropa por detrás de él". Alexia se relaja, ya la tenía en el palito: "Era un bikini, si yo te digo que era un bikini, era un bikini. A mí él me dijo que estaba soltero". Marta saca casi toda la artillería, pensando que Alexia sufrirá, ¡qué tonta!: "El día que salió el vídeo me escribió un mensaje, que quería casarse conmigo y que me quería. Tuve que enseñarlo porque vosotros decíais lo contrario. Si yo hubiera querido seguir con él, seguiría con él". Todo muy elegante, como ven.
Ah, me ha encantado un detalle y quiero subrayarlo. Cuando Marta López se ha tirado del helicóptero, se ha acordado de su gran amigo, Álex Casademunt, y yo casi me deshago en llantos: "Llevo unos calcetines de Álex Casademunt. Estuvo a las puertas de venir en otros años y el otro día, en el funeral, le prometí que se venía conmigo".
Estoy convencido de que Carlos Alba, el concursante de MasterChef, va a dar el mayor juego. Ojito con él: lo creo con carácter, además de dejar claros sus dotes: "Se me da bien la pesca y la cocina". Este no piensa ser el pringado que se tire toda la noche atendiendo el fuego, ¡y se va a liar! "Si tengo que soltar cuatro frescas, las suelto", dice él en el vídeo de presentación. La gran carta de presentación. Al menos, no miente. Bueno, bueno, Olga Moreno. Vaya por delante que he hecho un ejercicio previo y con denuedo: dejar lo que pienso de ella fuera del concurso y así verla y juzgarla con objetividad. Pero es que me cuesta. Qué panzá de llorar se ha pegado la mujer y todavía no ha empezado el concurso.
Claro está, las redes la han comparado con el concurso de Antonio David en Gran Hermano VIP y sí: no tengo dudas de que hará de la lágrima su mayor aliada. Solo desea algo, deshecha en lágrimas: "Que mi familia sigamos unidos y felices, igual que lo hemos sido hasta hoy". Puff, bostezo. ¿Qué se apuestan a que nombrará muchísimo a Rocío Flores y que hablará de lo bueno que es su marido y... ¡ajá! ¡Lo que yo decía! Olga en acción. "Bien, bien, mucho mejor. Estoy tranquila, en un momento súper raro. No me lo creo, todavía no me hallo", dice ella, al principio de una pieza. Jorge Javier, hábil como él solo le hace ver: "Quiero que sepas, Olga, que para mí eres única y exclusivamente, concursante de Supervivientes".
Ahí, ahí, reconduciendo a lo gordo. Ella, agacha la cabeza, se conoce que controlando la lágrima. "Sí, te he entendido", susurra con un hilo de voz. Como le toca irse a la isla de los privilegiados, sí, hemos tenido docudrama en el helicóptero. "Tengo sentimientos encontrados, todavía me cuesta trabajo porque no estoy acostumbrada a esto. Pero, sentimentalmente, estoy fuerte y bien. Me ha costado mis días, pero estoy bien, renovada". Y suelta, ¡ya tardaba!: "No puedo pensar en los niños, en nada, solo me centro en supervivencia. El salto se lo dedico a mis niños, que los echo mucho de menos, a mi marido, que si volviera a nacer me volvería a casar con él y a la persona que más quiero en el mundo, que ha luchado por sus hijos, mi madre". "Que si volviera a nacer me volvería a casar con él", dice. Así me gusta: dejando España fuera de la isla. Rocío Carrasco (43), ¿te ha llegado la daga?
Y sigue el drama. Dice Olga que ellos han estado callados siempre. Deben tener un concepto del silencio diferente al mío. Se confiesa: "Desde chiquititos, les decía que yo era Oa, que mamá es su madre. Rocío (Flores) es pasión con su padre. Empecé a ganármela. Esa niña tiene un corazón grande. Yo con el niño no puedo, lo adoro. El niño es pasión con la abuela, con la Jurado. Se sabe todas las letras".
Y añade: "En mi casa no habrán escuchado una mala palabra de la otra persona, porque eso es mierda que se tragan ellos. Llevo 21 años con mi marido, sabré yo cómo es mi marido. Es que no es así, es que no es así. Y seguimos luchando y callando, ¿esto no se acaba nunca? Solo queremos estar tranquilos". No, desde Honduras no se acaba.
¡Más cosas! Como siempre pasa en los primeros días de concurso, ¡aquí todo son alegrías y buen rollo! No cabe duda de que llegan bien comidos y con el estómago lleno: así todos somos felices. Esperen y verán cuando el hambre atice. Me da mucha pereza Gianmarco, es que no sé qué hace ahí. Bueno, sí: lo llevan para ensartarle carpetas amorosas que no se cree nadie: resulta que Valeria ha pedido dormir con él y este ya ha visto un filón. Pobre Valeria, no sabe dónde se ha metido. ¿O sí?
Me han parecido interesantes las primeras palabras de Omar Sánchez, novio de Anabel Pantoja (34), con Sylvia, la prima de su tía Isabel. Todo muy cordial, pero sé que veremos al Omar más combativo sacando la cara por su Anabel, ¡y hasta por Isabel Pantoja (64)! Se liará parda. "Vamos a conocernos, si no nos llevamos bien, pues no, pero no vengo condicionado", asegura Omar. Me lo creo, pero le durará poco.
Casi tan poco como el amor que ha confesado Melyssa tener fuera, en España, esperándola. Lola, la de las Tentaciones, que también está enamorada, le ha dedicado su salto a Horus, el perro que tiene en custodia compartida con Diego. Mejor no opino nada de esto. Mejor. Dice Agustín Bravo que quiere brillar y estoy seguro de que lo hará. Es más, no tengo dudas de que este será su regreso triunfal. Ha sido verlo allí y ver a Carlos Lozano (58). Le auguro un poquito de mejor suerte en su vuelta a España. Se la merece. Palito Dominguín me aburre que me mata. Fíjate cómo será la niña que hasta le da sueño a su madre Lucía, que se ha llegado a dormir en plató.
Los ocho concursantes de la isla del Pirata Morgan y los ocho participantes del Barco Encallado se han enfrentado en el primer juego de recompensa de esta edición para intentar mejorar la vida de unos u otros. Y confieso que lo he pasado mal por Antonio Canales. Tenía que escarbar el señor en la tierra para reptar por debajo de un palo y el pobre casi deja de respirar. "No puedo, no puedo", se ha rendido. ¡Me ha dado mucha pena!
El mejor salto de helicóptero: Melyssa
Primera líder: Melyssa
Primeros nominados (Isla Pirata Morgan): Lola, Tom, Gianmarco y Olga
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