Anabel Pantoja volvió a tener una tarde difícil en Sálvame este miércoles. Y es que el programa, que dura cinco horas, no había llegado siquiera a su ecuador cuando la presentadora, Carlota Corredera, le quitó el móvil y lo metió en una urna. ¿La razón? Que Anabel no estaba atenta a los temas que estaban tratándose.
La sevillana protestó, diciendo que a sus compañeros nunca le habían quitado el móvil. “Eres Pantoja para todo, siempre haces lo mismo con el ‘y tú más’” decía Gema López, sentada a su lado. “Plantéate por qué te lo requisan a ti y no a tus compañeros”, le decía Carlota Corredera.
La tensión continuó en el magacín de Telecinco cuando María Patiño tildó a Anabel Pantoja de “zángana, irresponsable, poco profesional, inexperta y desagradecida”. Anabel se derrumbó al ver cómo un día más la llamaban vaga, y empezó a llorar.
La prima de Kiko Rivera se quejaba de que a ella no le dan turno para hablar como al resto de colaboradores, y que solo la quieren para hablar de su familia. “¡A mí no me llaman para hablar de las Campos, solo se me llama para hablar de mi familia!”, se lamentaba. “Cada vez que me llaman para venir a Sálvame se me abren las carnes”, añadía.
Más tarde, tanto Carlota Corredera como la propia Patiño intentaban que se tranquilizase, diciéndole que sí es importante para el programa, y que a ella los directores le permiten cosas que al resto no, como elevar la voz. Unos argumentos que tampoco sentaron bien a Anabel, que dijo que antes la llamaban más, pero que dirección la “castigó” con ir menos por unos sucesos. “¡Te juro que me voy a Canarias, estáis consiguiendo que os tenga asco! ¡Asco de este ambiente y de estos temas! ¡Una cosa es que sea pública y otra que se me vapulee cada semana!”, estallaba.
Kiko Matamoros, que no se lleva bien con Pantoja, aplaudió su actuación, diciendo que no se creía nada. Eso enfadó más a la influencer, que amenazó de nuevo con marcharse: “Abandono Sálvame definitivamente. Quiero ser la vaga de España”.
Dicho esto, cogió sus cosas para salir de Mediaset, aunque una última conversación logró que se quedase, y pidió a sus compañeros más respeto y que no la ataquen a ella cuando hablan de Isabel Pantoja porque sea su familia. De paso, reclamó unas mejores condiciones profesionales que le permitan viajar a Canarias, donde vive actualmente junto a su pareja. En ese sentido, pidió trabajar dos días a la semana, seguidos, a poder ser, lunes y martes, para tener que viajar menos.