Hemos sufrido en España en estos días la tremenda erupción del volcán Cumbre Vieja en la Isla canaria de la Palma. Las imágenes del volcán que ha facilitado la TV canaria han sido estremecedoras (menos para la ministra de Turismo Reyes Maroto que han sido un “espectáculo maravilloso”).

Me pregunto yo, como médico, cuáles han podido ser las 2 grandes similitudes y a su vez, diferencias específicas (entre otras muchas), salvando claro esta las generales, entre estos dos desastres habidos en los 2 últimos años en nuestro país y me gustaría comentárselas, para someterlas a su consideración:

1. La erupción del volcán “Cumbre Vieja” fue predicha de forma admirable por los estudios y trabajos meticulosos de los científicos geólogos y vulcanólogos en los días (supongo que semanas) anteriores por terremotos y otros signos habidos en la isla de La Palma. Mi enhorabuena a todos ellos, que nos han enseñado muchas cosas y términos desconocidos, al menos para mí, sobre los volcanes.

Además, las fuerzas de seguridad del Estado, policías, guardias civiles y ejército, están haciendo un trabajo eficaz y eficiente, para proteger y dirigir a la población y afortunadamente hasta ahora no hay ninguna pérdida humana.

Afortunadamente para los científicos, y sobre todo para los habitantes de la isla La Palma, allí no tenían prevista una manifestación feminista, promovida por las feministas ministras Irene Montero y Carmen Calvo, como la del 8 de marzo y por lo tanto los científicos se dedicaron a lo que tenían que hacer como científicos, trabajar y trabajar bien, sin interferencias políticas.

2. La fase III de la pandemia del coronavirus (la “erupción del volcán”), o sea, la fase de transmisión comunitaria del virus, que ha sido la real y la que ha arrasado a España, ni siquiera pasó por la imaginación de Fernando Simón y su equipo de colaboradores del CCAES (“en España tendremos si acaso algunos casos de coronavirus”), a pesar de todos los signos, documentos y avisos oficiales que ya tenían a su alcance, con el virus danzando por toda Italia y parece ser que también se ha podido saber, en España.

Así lo ha declarado, sin ningún rubor, el portavoz científico-político, Dr. Fernando Simón, en varias oportunidades, siendo la última de ellas en la conferencia inaugural del Congreso Nacional de Medicina Preventiva, Salud Publica e Higiene de Santander, celebrado en estos días de septiembre de 2021, ya que Fernando Simón y su equipo de 12 funcionarios, pensaron que la letalidad y rapidez con las que se extendió el coronavirus por nuestro país y por todo el globo, dando lugar a una pandemia catastrófica, no entraba en los esquemas del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES). Dice el Dr. Simón textualmente: "A nadie se le pasó por la cabeza que la situación iba a ir a la velocidad a la que ha ido en la primera ola".

Para más agravante, nuestro “experto en pandemias” Fernando Simón y el filósofo ministro de Sanidad, Salvador Illa, tenían una orden de “arriba” que lógicamente tenían que cumplir y cumplieron como buenos escuderos: “Hay que llegar al 8 de marzo para que se celebre la manifestación feminista de Montero y Calvo y después hacéis lo que queráis”.

Orden cumplida por los dos “expertos sanitarios” con 640 manifestaciones del 8-M en España y sobre todo la gran manifestación de Madrid con más de 120.000 personas, aunque se esperaban un millón de asistentes, el llamado infectódromo de Madrid, con el resultado de más de 100.000 españoles muertos (ya veremos a ver la cifra final que yo creo se acercará más a los 200.000), de ellos 158 personal sanitario, 120 médicos, 22 cuerpos de seguridad del estado y la mayor debacle económica de Europa, con perdida de empleo y ruina para miles de españoles y empresas.

Las fuerzas de seguridad del Estado, policías, guardias civiles y ejército, durante la pandemia del Covid han hecho un trabajo valiente, eficaz y eficiente, a pesar de la falta de protección y colaboración del ministro del Interior Grande-Marlaska.

Es una incongruencia y una insensatez política, abarcar en una sola persona ambos cargos, científico y político, en una emergencia sanitaria cualquiera, pero en la España del gobierno socialcomunista de Sanchez-Iglesias ya hemos visto que todo es posible.

¿Ustedes creen que esta similitud y diferencia, a su vez entre ambos desastres que yo les he expuesto, muy resumidamente, es real o ficticia?

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