Marzo de 2021. Suena un teléfono en la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid en la Puerta del Sol: “Isabel, soy Teo. Tengo muy buenas noticias para ti, Toni Cantó se integrará en tu candidatura para la Asamblea, gracias a una gestión personal del presidente Casado. No, no hace falta que nos lo agradezcas”.

Junio de 2021. La inconfundible risotada ‘mozartiana’ de MAR (Miguel Ángel Rodríguez), recreada en el Amadeus de Milos Forman aunque más propia del personaje de Salieri, se deja escuchar más allá de los tabiques del despacho presidencial autonómico madrileño: “Presidenta, es perfecto …jaaaaaaaa, jaaaa, jaaaaa… si Génova quiere a Toni Cantó en el Gobierno de Madrid qué mejor que ‘colocarle’ para que dirija la “Oficina del español” al mismo que afirmaba que “la lengua termina siempre mostrándose como un chiringuito más, aquí hay unos señores que en nombre de la lengua (…) se enriquecen” …jaaaaaaaa, jaaaa, jaaaaa. Y mientras tanto tú sigues marcando perfil propio, presidenta, donde te exigían una consejería autonómica solo han encontrado un despacho sin estructura aún a razón de 70.000 euros/año. ¡Magnífico!, ¡perfecto!”.

Estas dos conversaciones pertenecen a la ficción, pero bien podrían ajustarse a la realidad de lo vivido por los personajes en cuyas bocas se ponen.

El ex de UPyD y ex de Ciudadanos, además de interruptus candidato electoral, en las listas del PP del 4-M a la Asamblea de la Comunidad de Madrid por decisión del Tribunal Constitucional, que no sabemos si se considerará a sí mismo como ex-actor o todavía histrión en ejercicio, aún tiene la oportunidad en el futuro de integrarse en Vox, y compartir experiencias con Santiago Abascal, quien fue director general de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social, dependiente de la Comunidad de Madrid, a razón de 83.000 euros/año, sobre cuya actividad el propio ex-militante popular ha explicado, en diferentes ocasiones, que no servía para nada.

Más allá de la discusión sobre qué podrá hacer la nueva oficina puesta a disposición del Sr. Cantó, dotada con los setenta y siete mil euros de la nómina de su ínclito responsable, frente al desempeño del estatal Instituto Cervantes, con sedes en ochenta y ocho ciudades, de cuarenta y cinco países, extendidos a lo largo de los cinco continentes, en sus treinta años de historia.

Lo que parece evidente es que la decisión de la nueva ‘lideresa popular’, con tan polémica designación, tiene el objetivo de su diana dentro de la propia sede de la c/ Génova, y que solo en esa clave puede entenderse el estrambote de un 'chiringuito' a medida, pero no a gusto, de quien abandonó la portavocía de Ciudadanos en ‘Les Corts’ valencianas, así como los setenta mil euros con que estaba remunerada, para convertirse en 'cartel anunciador' de la OPA lanzada por Pablo Casado para integrar ex-naranjas en las azules filas, bajo la promesa de ocupar uno de los primeros puestos populares el 4-M y ser recompensado con una consejería autonómica madrileña.

Finalmente, no hubo posición en las listas electorales, ni consejería, pero Toni Cantó ya tiene su 'chiringuito' y visto el amplio contenido de hemeroteca que acumula, sobre ello sabe bastante.