Por Mario Martín Lucas
Aunque estamos ya en campaña electoral, o precisamente por ello, es interesante volver sobre los casos de Rodrigo Rato y Jordi Pujol, para analizar las coincidencias que entre ellos se dan.
Por un lado el ex molt honorable expresident de la Generalitat durante veintitrés años, se confesó como un evasor fiscal en una comparecencia pública realizada en julio de 2014, mientras que el ex vicepresidente del Gobierno, exministro de Economía y Hacienda, exgerente del FMI y expresidente de Bankia, está imputado por delitos de evasión y fraude fiscal, habiéndose acreditado la titularidad de cuentas bancarias, a su nombre, en paraísos fiscales.
Otro de los presuntos delitos por lo que se investiga al señor Rato es por "corrupción entre particulares", al haber podido ingresar comisiones por parte de las empresas que contrataron publicidad con Bankia, bajo su presidencia; mientras que al señor Pujol se le investiga el origen de su fortuna y sus vínculos con los contratos públicos realizados por la Generalitat de Cataluña cuando él era su president. Las formas en este terreno, sean en Madrid o Barcelona, parecen las mismas, más allá de que el porcentaje a aplicar fuera del 3%, el 5% o el 10%.
Incluso en los negocios particulares de los señores Rato y Pujol, hay coincidencias, ya que un empresario catalán investigado en relación al caso Pujol, José Manuel Solá Castel, es, curiosamente, la persona que administra el patrimonio inmobiliario de Rodrigo Rato.
¿Y se acuerdan de la época en que José María Aznar decía hablar catalán en la intimidad?, ocurrió cuando el PP necesitó el apoyo expreso de CiU para que aquel fuera investido presidente del gobierno de España en su primera legislatura en 1996, y el bruñidor de aquella negociación fue el señor Rato, hasta conseguir llegar a sellar el acuerdo, en lo que se conoce como los pactos del Majestic.
Pero aún hay otra coincidencia más llamativa entre los casos que protagonizan Rodrigo Rato y Jordi Pujol: la falta de medidas cautelares tomadas en relación a ellos, y la dilación de las investigaciones y las diligencias judiciales.
Cada vez parece más evidente que no hemos sido los españoles, en su conjunto, quienes hayamos vivido por encima de nuestras posibilidades como causa de la crisis que sufrimos, si no más bien que la clase dirigente que nos ha gobernado durante los últimos decenios ha despilfarrado, cuando no patrimonializado, en clave propia, a base de desvíos de fondos y prevaricaciones, los recursos del Estado hasta llegar a la situación actual.
La Justicia vela para que cualquier pequeño delincuente purgue pena por sus delitos, incluso hemos asistido a ver en la cárcel a ciertos personajes públicos como el exalcalde de Marbella, Julian Múñoz, condenado por delitos de corrupción y fraude fiscal; la pregunta que cabría hacerse ahora es si, probados los delitos por los que se investigan a los señores Rato y Pujol, serán condenados en la misma línea o… ¿esa será la nueva coincidencia que compartirán el ex molt honorable y el ex vicrepresidente del gobierno?.
mario.martin.lucas@gmail.com