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El turrón es uno de los dulces más emblemáticos de la Navidad en España, con una tradición que se remonta a siglos atrás. Se cree que tiene raíces árabes y se popularizó en la Península Ibérica durante la Edad Media. El turrón clásico se elabora a base de almendra, miel y clara de huevo, aunque hoy en día existe una amplia variedad de sabores y texturas.

Durante las fiestas, el turrón es uno de los protagonistas en las mesas españolas, junto con otros dulces como los polvorones, mazapanes y mantecados. Sin embargo, si quieres huir del turrón ultraprocesado de los supermercados, puedes seguir la receta de las abuelas aragonesas para hacer turrón en casa.

El turrón casero que hacen las abuelas aragonesas en casa es una versión más sencilla, natural y saludable del turrón tradicional. Este turrón suele elaborarse con tan solo cuatro ingredientes básicos: almendras, miel, clara de huevo y, a veces, un poco de azúcar. Es una receta que se ha transmitido de generación en generación, evocando la esencia de la repostería artesanal y los sabores auténticos de la Navidad.

El turrón casero de las abuelas es una joya de la repostería tradicional española, llena de amor y sencillez. Su preparación simboliza la calidez del hogar durante las fiestas navideñas, y su elaboración, aunque sencilla, requiere paciencia y dedicación. Este turrón se distingue por ser natural, sin aditivos ni ingredientes procesados, y con el auténtico sabor de las recetas de antaño.

Ingredientes

Almendras: La base del turrón. Pueden usarse enteras, picadas o molidas, dependiendo de la textura deseada. Lo ideal es tostarlas previamente para potenciar su sabor.

Miel: Aporta dulzura natural y actúa como aglutinante. Tradicionalmente se usa miel de buena calidad, como la de romero o azahar.

Clara de huevo: Se utiliza para estabilizar la mezcla y dar cohesión al turrón.

Azúcar (opcional): Algunas recetas añaden una pequeña cantidad de azúcar para equilibrar la miel, aunque no siempre es necesario.

Paso 1

Tostar las almendras: En una sartén o en el horno, se tuestan ligeramente para resaltar su sabor. Es importante no quemarlas.

Paso 2

Preparar el almíbar: Se calienta la miel (y el azúcar si se usa) a fuego lento hasta que tome una consistencia espesa.

Paso 3

Incorporar la clara de huevo: Se bate ligeramente la clara de huevo y se añade poco a poco al almíbar, removiendo constantemente para evitar que se cuaje.

Paso 4

Añadir las almendras: Una vez que la mezcla esté homogénea, se incorporan las almendras, removiendo bien para que queden bien cubiertas.

Paso 5

Dar forma al turrón: Se vierte la mezcla en un molde rectangular forrado con papel de horno, presionando bien para compactarlo.

Paso 6

Dejar enfriar: Se deja reposar durante varias horas, preferiblemente en un lugar fresco, hasta que solidifique.

Los beneficios del turrón casero son los siguientes: en primer lugar, es más saludable al no incluir conservantes ni ingredientes procesados, por lo que lo convierte en una opción más sana.

De la misma forma, es muy versátil porque se puede personalizar según los gustos, añadiendo especias como canela, ralladura de limón o incluso cacao en polvo. Además, lleva miel como endulzante natural lo que reduce el uso de azúcar refinado.

También cabe destacar que cada región y familia tiene sus propias variantes del turrón casero, dependiendo de los ingredientes locales y las costumbres. Por ejemplo, algunos optan por añadir canela, clavo o nuez moscada. También ralladura de limón, naranja o incluso un toque de anís, así como frutos secos mixtos. Aunque la base es la almendra, algunas recetas incluyen nueces, avellanas o piñones.

Esta versión artesanal del turrón, hecha con cariño y tradición, no solo es más saludable, sino que también permite disfrutar de los sabores auténticos de las fiestas navideñas con un toque hogareño.