Zaragoza

Con el comienzo del curso del Real Zaragoza es imposible no sentir un ápice de ilusión. Todos sus aficionados son conscientes de lo que pasó el año pasado tras cinco victorias consecutivas, pero el zaragocismo lleva implícita esa esperanza. El equipo maño es líder con seis puntos y habiendo ganado de dos maneras muy diferentes, pero ambas con muy buen sabor de boca. Ahora, cuerpo técnico, jugadores y afición piensan en la tercera.

En ese encuentro del próximo domingo 1 de septiembre, primer domingo que juega el Real Zaragoza esta temporada tras un viernes y un lunes, tendrá delante al Mirandés, que todavía no ha perdido (una victoria y un empate). En su tercer desplazamiento seguido por las obras de La Romareda, los aragoneses sentirán el calor de jugar como en casa.

El Real Zaragoza nunca está solo, no hace falta más evidencias para demostrarlo, pero la hinchada blanquilla no se cansa de marcar hitos. Este domingo llenarán Miranda de Ebro y Anduva para alentar al equipo de su vida.

La entidad zaragozana puso a disposición de sus socios 682 entradas. Se agotaron en unas horas. Este lunes, tras haber pedido más al conjunto local, el Real Zaragoza ofrecía casi 400 más. También se han agotado. La cifra total es de 1.073 entradas agotadas, que suponen casi 1.100 gargantas, mínimo, ya que seguro habrá quienes acudan a la localidad para vivir el ambiente y hacerse con entradas en la taquilla.

En ese punto, es importante saber que el Estadio Municipal de Anduva tiene una capacidad para 5.759 espectadores, por lo que los aficionados aragoneses serán más de una quinta parte del campo. Más de una tercera parte contando que fueron 3.000 los que acudieron al primer encuentro del curso.

Afición inagotable

Por si fuera poco, cuando el Real Zaragoza ha anunciado este martes que las entradas se habían agotado en el Área del Socio de su página web, había seguidores que todavía pedían otro cupo. “Pedid 100 o 150 más, por favor” escribía un usuario, otro simplemente comentaba “más”. “Queremos más”, “más, más, más”, apuntaban algunas cuentas y otro escribía “¿podrían sacar más? Que pongan cuatro andamios más que los llenamos, va unas pocas más”.

Hecho que demuestra que si se lo permitiesen, el desplazamiento de maños sería mucho mayor.