Una persona con paraguas andando por la nieve.

Una persona con paraguas andando por la nieve. EFE

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La borrasca Garoé llega a Zaragoza: la AEMET pone en alerta a estas zonas por lluvia y tormentas

La nieve y la lluvia serán las protagonistas en Aragón durante los próximos días.

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Comienza la semana del Blue Monday y parece que el cielo también se contagia de la tristeza. Hoy mismo, Zaragoza ya ha sufrido las primeras lluvias, y se espera que el tiempo se mantenga inestable por la entrada de la borrasca Garoé que afecta a gran parte de la península.

La borrasca Garoé, que actualmente afecta a gran parte de España, no ha pasado desapercibida en Zaragoza y el resto de Aragón. Este lunes, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha emitido avisos de nivel amarillo en diversas zonas, incluyendo la capital aragonesa, debido a la previsión de lluvias intensas y tormentas que podrían generar acumulaciones significativas en cortos periodos de tiempo.

El abrigo y los guantes ya estaban siendo un habitual en la comunidad por las bajas temperaturas, ahora los zaragozanos van a tener que añadir al outfit el paraguas o el chubasquero.

Lluvias persistentes y tormentas en Zaragoza

En Zaragoza, el día comenzó con cielos mayormente cubiertos, preludio de las precipitaciones que se intensificarán conforme avance la jornada. La borrasca Garoé está arrastrando una masa de aire húmedo desde el Atlántico que, al encontrarse con el terreno del valle del Ebro, está favoreciendo la formación de lluvias persistentes, acompañadas en algunos casos de tormentas eléctricas.

Se espera que las lluvias acumulen hasta 20 litros por metro cuadrado en una hora en algunos puntos del municipio, lo que justifica el aviso amarillo decretado por la AEMET. Este nivel de alerta significa que, aunque las condiciones no sean extremadamente peligrosas, pueden causar inconvenientes significativos, especialmente en áreas urbanas con sistemas de drenaje saturados.

Las autoridades han advertido sobre la posibilidad de que se produzcan balsas de agua en las principales arterias de la ciudad, como el Paseo de la Independencia y el Tercer Cinturón. Además, se recomienda extremar la precaución en los accesos a Zaragoza desde la autovía A-2 y la AP-68, donde las lluvias podrían dificultar la visibilidad y el control de los vehículos.

El Ayuntamiento de Zaragoza ha activado su plan de emergencia municipal para responder rápidamente a posibles incidencias. Asimismo, se insta a los ciudadanos a evitar desplazamientos innecesarios y a mantenerse informados a través de los canales oficiales.

El tiempo en el resto de Aragón

La borrasca Garoé también está dejando su huella en otras provincias aragonesas. En el Pirineo, las precipitaciones llegan en forma de nieve a partir de los 700-1.000 metros de altitud, con acumulaciones significativas previstas en el Valle de Tena y el entorno de Benasque.

La AEMET ha señalado que las heladas en estas áreas serán intensas, especialmente durante la madrugada, con temperaturas mínimas que podrían descender hasta los -6 ºC.

En Teruel, las lluvias también serán protagonistas, aunque de menor intensidad que en Zaragoza. Sin embargo, las temperaturas descenderán notablemente, especialmente en las zonas del Maestrazgo y Albarracín, donde no se descarta la formación de bancos de niebla que dificulten la visibilidad en las primeras horas del día.

Por su parte, Huesca registrará un panorama similar al de Zaragoza, con lluvias persistentes y la posibilidad de tormentas. Las áreas montañosas verán nevadas a cotas bajas, lo que podría complicar la circulación en carreteras secundarias y pasos de montaña.

Una situación generada por Garoé

La borrasca Garoé, bautizada así por la influencia que ejerce sobre la Península Ibérica, se encuentra asociada a un sistema de bajas presiones ubicado sobre el Atlántico.

Su llegada ha traído un cambio drástico en las condiciones meteorológicas, caracterizado por cielos cubiertos, precipitaciones generalizadas y un descenso notable de las temperaturas en gran parte del país.

En el cuadrante noreste, la interacción de la borrasca con la orografía del terreno intensifica las lluvias, especialmente en zonas como el valle del Ebro. Además, el viento de componente sur genera rachas moderadas a fuertes, aumentando la sensación de frío y dificultando la movilidad en espacios abiertos.