La carrera para dar comienzo a la Navidad más prematura que se haya vivido en Zaragoza sigue "según lo previsto". Ejemplo de ello es el Belén de la plaza del Pilar que, a pesar de la lluvia, sigue su calendario de ejecución "a la perfección".
Así lo aseguran desde Zaragoza Cultural, donde apuntan que este año la inauguración del portal se hará el 29 de noviembre, junto con el gran encendido de las luces en la ciudad. "Habíamos previsto unos días de parón por las lluvias. Desde la organización hemos calculado los tiempos con mucho cuidado para llegar a tiempo al estreno de este año", asegura el coordinado técnico, Raúl Ortego.
La construcción de esta representación a lo grande del nacimiento de Jesús se lleva a cabo en dos fases:"En la primera, en la que se construye el decorado, trabajan desde Parques y Jardines de Zaragoza junto con la brigada municipal. Después, Zaragoza Cultural se encarga del sonido, las luces, la seguridad y de la ejecución del día a día, entre otras cosas", enumera el coordinador.
La semana pasada, la última del mes de octubre, se comenzó con el montaje de está gran representación navideña. Concretamente, este pesebre es el más grande de Europa a tamaño real y se ubica, al igual que sus dimensiones, en una de las plazas más grandes de Europa.
Una construcción a lo grande que comienza, como todos los años, "por cubrir y proteger el suelo de la plaza del pilar", explica Ortego. Por ello, la primera imagen que se dejó ver del montaje fue la de una gran lona con sacos encima, para evitar los efectos del cierzo.
No tardó mucho en pasarse a la siguiente etapa de la preparación, pues en cuestión de días las máquinas ya comenzaban a alzar la estructura de lo que será un pesebre de tamaño XXL. "Tras colocar la losa se comienzan a poner encima los elementos altos, como las casas o los escenarios", continua el técnico.
Una vez se haya construido la 'pequeña' ciudad de Belén en Zaragoza, los trabajadores se pondrán manos a la obra en preparar el decorado que acompaña a esta estampa navideña. "Se coloca la tierra, dejando el espacio por donde pasará el río, y las plantas y arbustos que naturalizarán el Belén por parte de Parques y jardines", detalla Ortego.
Tras la verde decoración, el siguiente paso de ejecución es canalizar la luz y el agua, que se convertirá en un pequeño riachuelo antes de llegar a la escena del nacimiento. "Después de la obra paisajística se colocan los personajes, es la última parte antes de dar por inaugurado el belén", explica el coordinador sobre los retoques finales de la gran representación bíblica.
Para ver al niño Jesús, a la Virgen María o a los pastores de la Anunciación todavía quedan un par de semanas. "El portal se pondrá visitar a partir del 29 de noviembre, mientras tanto toda la decoración estará cubierta para el público", añade Ortego. Unos detalles finales que habrá que esperar hasta final de mes para conocer al completo.
Será entonces cuando el Belén se adorne con sus impresionantes figuras a tamaño real, siendo estas alrededor de 100 esculturas. Personajes bíblicos, soldados romanos, ángeles, pastores y una variedad de animales, como patos, cerdos y cabras son algunos de los protagonistas que conformarán la rica decoración de esta recreación.
Los visitantes podrán conocer de manera detallada el nacimiento de Jesús, no sin antes pasar por una entrada custodiada por dos soldados romanos que invita a los ciudadanos a recorrer un poblado con herreros y panaderos. El camino incluye escenas del ángel anunciador y los pastores, culminando con la llegada de los Reyes Magos de Oriente.
Esta impresionante estampa navideña, que recrea a gran escala la tradición que muchas familias aragonesas montan en sus hogares, se convierte en un atractivo turístico para Zaragoza. El Belén, único en su tipo por su tamaño y las figuras de tamaño real, ocupa más de mil metros cuadrados y atrae a miles de visitantes cada año.