Zaragoza decidirá el futuro del cementerio de Torrero, el mayor equipamiento de la ciudad, a principios de 2025. La concesión sigue a la espera de salir a concurso tras años de prórrogas, aunque el próximo ejercicio podría ser ya el último de la actual gestión, en manos de la empresa Servicios Funerarios de Torrero SA (Serfutosa).
El Ayuntamiento sigue trabajando en los pliegos de condiciones, una tarea que no está resultando nada fácil por la magnitud y la complejidad del equipamiento. Aunque hace ya meses que cuenta con un borrador, recientemente ha tenido que volver a empezar uno de los apartados. Se trata, según confirman desde el área de Urbanismo, de una cuestión "técnica" que esperan terminar de perfilar a no mucho tardar.
En estos momentos, la empresa apenas paga 6.012 euros por la explotación, una cantidad acordada en abril de 1991 -un millón de pesetas, por aquel entonces- que ha quedado totalmente desfasada respecto a los cánones que se pagan en la actualidad y que hace que el Consistorio ingrese mucho menos de lo debido.
Aunque el contrato tendría que haber acabado en 2021, un año que todavía estaba marcado por los picos de mortalidad provocados por la covid-19, el Consistorio ha ido 'quemando' las prórrogas recogidas en los pliegos para poder seguir prestando el servicio.
Una de las particularidades del contrato es que al adjudicatario se le tiene que avisar con seis meses de antelación. El pasado mes de julio se le comunicó que continuaba seis más, por lo que será hacia el mes de enero cuando se decida si se activa ya el proceso de licitación o si Serfutosa continúa otro medio año.
Una vez se comunique la última prórroga, la compañía tendrá que hacer un inventario con los bienes y el estado actual de las instalaciones. Según cómo vayan los plazos, el nuevo licitador podría conocerse entre mediados y finales de 2025, no descartándose que la empresa vuelva a presentarse a la licitación.
Una de las claves del nuevo macrocontrato será establecer su duración y sus posibles prórrogas. El documento, para el que se han realizado diversos estudios económicos, abarcará la totalidad de los servicios funerarios, desde el tanatorio hasta el servicio de cafetería, excluyendo la limpieza y el mantenimiento de las instalaciones, a cargo de las brigadas municipales.
Desde Urbanismo recuerdan que las incineraciones van cada año a más -3.781 en 2023 frente a 2.166 inhumaciones-, un factor clave a la hora de redactar los nuevos pliegos, ya que obligará a analizar, por ejemplo, si es necesario ampliar el número de hornos crematorios o si se tienen que habilitar nuevas zonas para esparcir las cenizas de los difuntos.