Zaragoza

La imagen actual el estadio de La Romareda, en plena demolición, bien podría ser la de una zona gravemente afectada por terremotos como los que asolaron Siria y Turquía en 2023, circunstancia que ha aprovechado este viernes la Unidad Militar de Emergencias (UME) para ponerse a prueba y hacer prácticas en 'terreno hostil'.

Las máquinas de la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por OHLA y Deltapunt trabajan de lunes a sábado para derribar el Gol Sur de cara a construir el nuevo campo con el que Zaragoza será sede del Mundial de Fútbol que organizarán en 2030 España, Marruecos y Portugal, un gigante con capacidad para más de 43.000 espectadores que estará listo entre finales de 2027 y principios de 2028. Por el momento han tirado la antigua Gerencia de Urbanismo, uno de los equipamientos próximos al campo, y en las últimas horas han comenzado con El Cubo, antigua sede de la Cámara de Cuentas de Aragón. Estos trabajos serán especialmente delicados, ya que en solo unas semanas, los niños volverán a las aulas, incrementando el número de coches y autobuses que circularán por la zona.

Del antiguo Fondo Sur, donde se han desarrollado las prácticas, cada vez queda menos. Se empezó desde el centro y, desde ahí, se ha ido avanzando hacia los laterales, primero en la grada superior y, posteriormente, en la inferior, lo que hará que el campo vea reducido su aforo de cara a la temporada 2024-2025 con un máximo de 24.300 localidades. Solo en el primer mes se han retirado 2.200 toneladas de escombros en 90 camiones, unas cifras que se multiplicarán hasta final de año, cuando terminará esta primera fase de las obras.

Las maniobras de la Unidad Militar de Emergencias (UME) han tenido lugar de 10.00 a 12.30 y se han centrado en prácticas de rescate de personas. En ellas han participado varios efectivos de la conocida como unidad cinética, que también componen varios perros, según han informado desde el Ayuntamiento de Zaragoza.

Allí han podido entrenar sus protocolos sobre el terreno, adecuado para este tipo de actividades por sus estrechas similitudes con una zona afectada por seísmos graves. En este ejercicio, para el que se ha contado con la colaboración de los trabajadores de OHLA-Deltapunt, han participado miembros de la unidad que ya han estado en intervenciones de terremotos como Marruecos o Turquía. Además, tienen previsto regresar alguna otra jornada para seguir con estas maniobras.