Una semana después del accidente del telesilla de Astún: las incógnitas que aún quedan por aclarar
La estación trabaja con normalidad desde el pasado domingo y este fin de semana volverá a abrir sus puertas pendiente del cielo.
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Ha pasado una semana desde que un telesilla de la estación de Astún provocó un gran susto entre el público que, hasta entonces, estaba disfrutando de un atractivo día de esquí en el Pirineo aragonés. Alrededor de las 11.30 horas, el remonte descarriló cuando transportaba a cerca de un centenar de pasajeros, provocando que algunos de ellos salieran disparados, otros cayeran al suelo y unos quedaran durante horas colgados de la silla.
Afortunadamente, no hubo que lamentar más allá de un susto, y las dos mujeres heridas más graves ya han salido de la UCI y se encuentran recuperándose de las lesiones. Ambas, han explicado desde el Gobierno de Aragón, continúan estables y evolucionan "favorablemente". Mientras, los otros dos menores heridos siguen recuperándose en estos dos hospitales, sin que hayan trascendido más datos por protección de datos.
Desde que todo ocurrió, se abrieron hasta tres líneas de investigación para esclarecer los hechos, que todavía siguen en marcha. Fuentes de la propia estación señalan que todavía no se conoce qué fue lo que provocó el accidente y por qué el volante de reenvío del telesilla se salió de su eje, y que continúan los trabajos para conocer las causas y motivos.
Paralelamente, desde el Gobierno de Aragón también trabajan vía administrativa con discreción para cerrar los detalles de la investigación. En cualquier caso, desde el Departamento de Fomento subrayan que el telesilla de Canal Roya había pasado en 2024 la revisión anual y la prueba de carga verificada por el jefe de sección de la Dirección General de Transportes y el equipo técnico de la empresa explotadora. Además, en 2021 superó con éxito la revisión extraordinaria que marca la ley.
La tercera parte de la investigación es la Guardia Civil y Policía Judicial, que comenzó a las pocas horas de producirse el accidente. Durante los últimos días, distintos agentes han estado trabajando sobre el terreno, con la zona del telesilla acordonada y cerrada para tratar de resolver la incógnita.
Los protocolos de evacuación y rescate se activaron nada más conocerse la noticia del accidente, lo que logró que en dos horas y media se hubiera evacuado la estación y a los heridos. Hasta el lugar se movilizaron bomberos, decenas ambulancias del 061, helicópteros sanitarios de Aragón y Navarra, y equipos de psicólogos.
La preocupación inicial fue “tremenda”, como contaba a EL ESPAÑOL el capitán jefe de la 4ª compañía de la Guardia Civil de Jaca, Carlos Fernández Herrero, que reconoce haber vivido momentos de tensión. Los agentes tuvieron que evacuar en tiempo récord la estación para dejar paso a las ambulancias y actuar contra el reloj para evitar que cayera la noche y bajasen las temperaturas.
Tal fue la situación que algunas de las personas que sufrieron ‘in situ’ el accidente, incluso veteranos del esquí, reconocían no haber visto nunca nada parecido. “Llevábamos un par de minutos cuando ha habido una parada muy brusca, hemos caído al suelo, y hemos salido rebotados. Las sillas se han descontrolado y alguno ha sido disparado y otro colgado”, contaba Koldo, afectado por el suceso.
Mientras, el resto de la estación sigue abriendo con total normalidad, tanto desde los trabajadores como de los visitantes. El mismo domingo, Astún volvió a abrir sus puertas y este fin de semana se volverá a disfrutar del esquí en la montaña pirenaica, con un ojo puesto en la meteorología.