El Botánico ha multiplicado por 8 el dinero para las derivaciones quirúrgicas a la sanidad privada en 8 años
Desde el PP acusan al Consell de "intentar maquillar" los datos de las listas de espera haciendo uso de los presupuestos para 2023, año electoral.
6 noviembre, 2022 06:20Los Presupuestos de la Generalitat Valenciana para el año que viene certifican que la máxima del Gobierno Botánico de Ximo Puig (PSPV-Compromís-Podemos) de que "nadie debe hacer negocio con la sanidad", no sólo no se cumple, sino que se está aplicando el criterio opuesto. Y es que, en las cuentas de 2023 hay consignados 22 millones de euros para derivaciones quirúrgicas en la sanidad privada, más otros 600.000 para los consorcios del Provincial de Castellón y 2,7 millones para el general de Valencia.
De hecho, en este ejercicio 2022 había presupuestados 15 millones y en el cierre de ejecución del pasado mes de septiembre ya se habían pagado 17 millones por estas derivaciones a distintos grupos privados hospitalarios.
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Con 25 millones presupuestados para 2023 el resultado de las dos legislaturas del Botánico en este ámbito es que se ha multiplicado por ocho el dinero para que los grupos sanitarios privados realicen las operaciones quirúrgicas a las que no llega, por colapso, el sistema público valenciano. Y es que en los últimos presupuestos del PP con Alberto Fabra en 2015, sólo se consignaron 3 millones de euros en esta partida.
La clave de porqué el Consell ha aumentado tanto las partidas del plan de choque están en el aumento de las listas de espera para una operación en la Comunidad Valenciana. Este hecho, del que ya ha venido informando este diario, se combina con la certeza de que 2023 es año electoral en que Puig y sus socios volverán a concurrir en las urnas en unos comicios autonómicos.
Para el PP, "lo que está haciendo el Botánico es maquillar los datos y no una política de solución de los problemas sanitarios de los valencianos". En este sentido, el diputado popular José Juan Zaplana, habla de "parche". "Quieren llegar a las elecciones sin el agobio de esos datos de las listas de espera y recurren a la sanidad privada".
Pero en su opinión, ese no es el modo de ordenar la sanidad valenciana. "Si unos meses mandan muchos pacientes a la privada y otros no mandan ninguno, al final van a terminar colapsando la sanidad privada como lo han hecho con el sistema público. Se debe derivar una cantidad paciente asumible e intentar arreglar la situación en el sistema público".
Resonancias
A este caos se suma el de las resonancias magnéticas, un servicio antes externalizado y ahora "internalizado" con derivaciones a dedo. Y es que la Generalitat en tiempos de Carmen Montón (2018) hizo un nuevo contrato cuando muchas de las máquinas pasaron a propiedad de la administración y llegaron las nuevas de Amancio Ortega que no se ha oficializado hasta 2021.
Esas máquinas y equipos ahora internalizados ya están generando una bolsa de lista de espera que se está derivando a los grupos privados que antes concurrían en un proceso competitivo y transparente, mediante una "acción concertada" mucho más discrecional.