Alicante

La Comunidad Valenciana cerró el 2021, año todavía marcado por las restricciones Covid, con 50 ahogamientos mortales en espacios acuáticos, siendo la primera autonomía por delante de Cataluña (45), Andalucía (42), Galicia (39) o Canarias (32). En mayo de este año, la valenciana ha estado de nuevo a la cabeza, con 8 decesos; en el cómputo de lo que llevamos de 2022 -y con datos del pasado 30 de mayo-, la valenciana es la segunda región con 18 muertes trás Canarias (20), "donde el calor está presente todo el año", y Andalucía tiene 12, "pese a ser un territorio mucho más amplio", recuerda Salva Perelló, responsable de Formación de la Federación de Salvamento y Socorrismo de la Comunidad Valenciana.

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Con él repasamos el triste balance de este año, marcado por las muertes en piscinas y playas y pantanos valencianos. Para empezar, nos detenemos precisamente en los datos. "No existe un organismo oficial que haga un contaje en tiempo real de los ahogamientos", revela, como sí ocurre con otras lacras como los accidentes de tráfico o la violencia de género.  

"Estamos exigiendo desde hace mucho tiempo que se cree una Dirección General de la Prevención del Ahogamiento como existe la de Tráfico", añade tras recordar la proliferación de campañas de prevención de la violencia machista o de la adicción al juego, "que está bien y así debe ser", y la ausencia total de campañas para evitar muertes acuáticas. 

Salva Perelló

"Algo está fallando en la Comunidad Valenciana", repite varias veces durante la entrevista este instructor de salvamento acuático valenciano tras recordar que, en las playas, por ejemplo, el Estado delega en los municipios la competencia de decidir cuándo poner el servicio de socorrismo, "y entiendo que hay ayuntamientos cuya prioridad económica va para las fiestas o toros, pero no para esto", dice cabreado. 

Y es que, en el territorio valenciano, las playas urbanas tienen ocupación todo el año y no solo en los meses de verano. Eso explica que en el mes de mayo, entre las muertes por ahogamiento sobresalen dos sucesos, los del Campello y Guardamar del Segura, donde además de los bañistas fallecidos hubo que sumar a sus rescatadores, ciudadanos que perdieron la vida en el intento.

"Y esto ocurrió porque el municipio decidió que Salvamento lo pone por fechas en verano sin tener en cuenta el calor del mes de mayo", apostilla. Y al final, esta ausencia de socorristas hace que "la sociedad civil tenga la respuesta que no tiene la adminitración", jugándose y perdiendo la vida en su intento de salvar otra. 

El caso de Benidorm

La solución para que no pase esto "es fácil", asegura. No hay más que ver el caso de Benidorm, "el único municipio valenciano que sí apuesta por tener socorristas en sus playas todo el año". Es verdad que en invierno estamos hablando de un retén mínimo, pero es flexible y se amplia conforme va llegando el calor.

"La solución es esa, y vale para cualquier playa urbana", insiste. "Porque yo vivo en Valencia y veo que hay gente que se baña en diciembre y si el municipio detecta que al afluencia es solo los fines de semana, pues se contrata un retén mínimo exclusivo para unos días", aclara. Sin olvidar que dicho retén mínimo también daría cobertura a los que están en la arena, donde también se producen percances y emergencias sanitarias. 

Salva Perelló.

Ausencia de normativa

Perelló no se olvida del papel que está jugando el Gobierno valenciano. "No tenemos una normativa especifica que regule las playas", denuncia. Hay un decreto de junio de 2020 que dice que lo va a regular pero que lo va a desarrollar con órdenes posteriores y en esos dos años solo se ha articulado una orden, la que cataloga las playas según la peligrosidad, y nada más", comenta. Así que "sigue pendiente dos años después cuántos socorristas tienes que haber en cada playa", por ejemplo. 

Esto nos lleva a otro aspecto intrínseco entre los socorristas, la precariedad laboral en la que suelen nadar. Y volvemos a lo mismo, este instructor lo achaca a la falta de una formación definida que determine qué se necesita para trabajar en la playa, "porque hoy en día puedes trabajar habiendo hecho un curso online sin pisar el agua".

De nuevo, la Comunidad Valenciana no lo tiene regulado, sí que existe un marco legal que acota esa formación inadecuada -que redunda en un mal servicio- en otras autonomías como Baleares, Madrid o Cataluña, con 6 fallecidos hasta mayo, o Murcia, con un único fallecido.  

Y, por otro, lado, sin que exista un convenio colectivo del sector de los socorristas, "los Ayuntamiento se aprovechan y sacan unas condiciones leoninas y la empresa sale a concurso sabiendo que ellos no van a perder dinero, que los recortes se harán entre los trabajadores. Así, han llegado a haber casos límite como que en Dénia, hasta hace unos años, se estaba pagando 3 euros la hora.