La polémica reversión a la Sanidad Pública del Hospital de Torrevieja sigue deparando nuevas sorpresas, más allá del caos generalizado en el departamento de salud, los pacientes en los pasillos y las listas de espera. El Hospital Universitario cuenta con un TAC parado mientras diariamente se traslada una media de 75 pacientes a otros centros privados para la realización de esas pruebas.
Y es que según información a la que ha tenido acceso este diario, el pasado 15 de diciembre desde la Conselleria de Sanidad que dirige la socialista Ana Barceló, terminaba el contrato para este servicio. Por eso, seis días después se emitió una comunicación a la antigua concesionaria del hospital, Ribera Salud, rescindiendo este servicio de TAC.
Según reza el email de la directora económica del departamento a Ribera Salud: "Tras valorar las opciones, y no pudiendo prorrogar el contrato, hemos optado por comprar un equipo nuevo. Por tanto, a partir de mañana podéis retirar el equipo. Los días que exceden de la fecha de vencimiento del contrato, se abonaran como corresponda".
La situación es tan absurda al contar con equipos para realizar las pruebas necesarias, que desde la Conselleria se han producido ofertas verbales para que la empresa siga ofreciendo las pruebas TAC en el hospital a modo de prórroga. No obstante, desde Ribera Salud han exigido un compromiso contractual por escrito que la Conselleria se niega a firmar.
Así las cosas, la multinacional ya está estudiando el traslado del aparato a otra de sus instalaciones para que no esté parado y sin uso en Torrevieja, donde se mantienen otros servicios externalizados.
Esta comunicación se produce en el actual contexto de pulsos judiciales entre la Generalitat valenciana y la empresa multinacional por la reversión del hospital. Siempre, bajo la premisa ideológica enunciada una y otra vez por la consellera Barceló de que "con la sanidad no se puede hacer negocio privado". Una doctrina que se desdibuja cada vez que se deriva un nuevo servicio a hospitales privados siempre y cuando no pertenezcan a Ribera Salud.
¿Reversión?
Respecto a esta doctrina anti-empresas privadas, el diputado popular en las Cortes Valencianas, José Juan Zaplana, ha afeado varias veces al Gobierno Botánico la hipocresía de hablar de reversión al tiempo que se derivan pacientes a la medicina privada.
El pasado día 16 en comisión parlamentaria, tras la acusación del diputado socialista Manuel Pineda de trabajar para las empresas privadas, Zaplana le recordó que él nunca ha cobrado de un laboratorio ni de una empresa sanitaria por dar charlas, devolviendo la acusación a Pineda: "Usted no puede decir lo mismo".
Y tras ese cruce de acusaciones le recordó que tras la reversión de Torrevieja la Consellera de Sanidad ha externalizado los servicios de laboratorio de analíticas y PCR, neurocirugía, neuroradiología, radiología, ecoendoscopia, medicina digestiva, rehabilitación, radioterapia, medicina nuclear, cirugía cardiaca, torácica y plástica, hemodinámica, obstetricia, neumología, psiquiatría, urología y genética.