La creación de una empresa pública para revertir el Hospital de Torrevieja, las resonancias magnéticas y las farmacias hospitalarias, no será el único choque entre los socios del Botánico en lo que queda de mandato. Si el PSOE ha logrado apuntarse untanto en la Vega Baja, ahora Compromís quiere hacer lo propio en la Marina Alta, con el hospital de Dénia. Quieren demostrar quién defiende mejor el sector público.
El pasado viernes, la web local Deniadigital, anunciaba la presentación ante la Conselleria de Sanidad que dirige la socialista Ana Barceló, de la reclamación histórica de revertir a la sanidad pública el hospital de la capital de la Marina Alta. Aseguraba que los primeros ediles de la formación nacionalista en la comarca han cursado ya la solicitud a través de una plataforma de reciente creación, Som Marina Alta, mediante la cual exponer todas sus reivindicaciones.
Los alcaldes de Compromís llevan décadas tratando de dar un sorpasso al PSOE en la zona, que junto con l'Alcoià-Comtat, es donde más implantación tienen. Y la sanidad pública puede ser el mejor caballo de batalla para lograrlo. En las últimas municipales apenas les separaron 9.000 votos en ese partido judicial.
Después de que Mónica Oltra desautorizase a Ana Barceló haciendo fracasar la empresa pública de ésta, ahora quieren erigirse en la "auténtica" izquierda valenciana. Y en vez de dejar en entredicho al PSOE en la Vega Baja, donde Compromís no se juega nada, lo hacen allí donde tiene fuerza, en el departamento de salud de la Marina Alta. Y lo demustran enfatizando que el PSOE ha incumplido una promesa electoral.
Quedan tres años
Y es que la promesa de la reversión del hospital de Dénia, que gestiona DKV junto a Ribera Salud (con accionariado en Marina Salud), fue paralizada el pasado mes de marzo por su coste. Barceló, en una entrevista a Efe de esa fecha, confirmó la ruptura de las negociaciones.
Nada que ver con lo que había prometido la socialista antes de elecciones, que se revertiría la sanidad pública -en un proceso de entre seis meses y un año-. El problema consisten que la concesión termina en 2024. Este hecho ha provocado que la actual adjudicataria haya exigido una millonaria indemnización y lucro cesante si se hace antes de esa fecha. Y también, que hay unas elecciones municipales y autonómicas entremedias.
Los alcaldes nacionalistas de Alcalalí, Xaló, Gata de Gorgos, La Vall de Gallinera, Parcent, Senija, Pedreguer, Ondara, Rafol d'Almunia, l'Atzuvia, Orba, Els Poblets y Poble Nou de Benitatxell, creen que se puede retirar la concesión por "incumplimientos del contrato", sin indemnizarr a la empresa. Desde el PSOE saben, por experiencia, que el Supremo vigilará todo lo que hagan a partir de ahora con lupa.
Son esos los municipios cuyos alcaldes han comenzado la "batalla" contra sus socios botánicos en la plataforma reivindicativa. Y en esa guerra los socialistas cuentan a su vez, además de con la capital, Dénia, con sus plazas fuertes de Teulada, Moraira, Benissa y Calpe. ¿Será suficiente?
De seguir el mismo proceso, después de Dénia vendría la reversión del Hospital del Vinalopó de Elche (también concesión de Ribera Salud), con contrato hasta 2025 con prórroga de otros cinco años. También en Elche fue Compromís quien exigió la reversión el año pasado, cinco antes de cumpla la adjudicación.