En el auge del cuidado de la salud, Elche puede presumir de tener lo que se puede considerar una superfruta. En sus campos se cultiva lo que se denomina alimento funcional porque más allá de sus valores nutricionales, tiene efectos beneficiosos sobre el organismo que ayudan a mejorar la salud y el bienestar.
La granada es la reina del campo de Elche ya que es uno de los principales territorios de la Denominación de Origen Protegida que tiene en la provincia. Su cultivo se extiende por cuarenta municipios y las comarcas de la Vega Baja, Bajo Vinalopó y Alacantí.
La Comunitat Valenciana se convierte gracias a ella en la tierra de las granadas de Europa, al ser los principales productores. De hecho, es aquí de donde sale la variedad mollar cuya popularidad prueba que se concentra más del 75 % de la producción nacional, como destacan los responsables de la DOP.
¿Y qué es lo que la hace tan atractiva? Su alto contenido en antocianinas, polifenoles y taninos. Todo ello hace que la granada tenga un gran poder antioxidante.
Sus productores presumen de que la granada mollar de Elche es única y está considerada como una de las mejores del mundo. Es dulce, su pepita es blanda y comestible y su color exterior oscila del rojo al crema debido al sol que reciben en el árbol.
Según la Fundación Española de Nutrición, es un alimento bajo en calorías, con solo 34 por cada 100 gramos. Además, contiene 0,7 g de proteínas, 0,1 g de lípidos totales 7,5 g de carbohidratos y de 0,2 g de fibra dietética. Además, contiene un 91,5% de agua, y por tanto es muy hidratante.
Ese repaso detallado a sus propiedades destaca también las vitaminas C, A, E, B6 y K y dentro de los minerales el potasio. De ahí que se considere que es un buen diurético y favorece la eliminación de líquidos.
Si la unidad media pesa 275 gramos, el análisis indica que 5,5 mg corresponden a la vitamina C mientras que en potasio contiene 265 mg
Marina Cano, personal investigador del Departamento de Tecnología Agroalimentaria de la Universidad Miguel Hernández de Elche, valora que a esos compuestos antioxidantes se le atribuyen un papel preventivo que reducen patrones de riesgo en la obesidad y el de determinadas enfermedades como el cáncer de próstata y de mama.