Verano y coctelería van de la mano. Y un combinado sigue dominando sobre el resto, el gin tonic. ¿Existen alternativas para disfrutarlas desde las mejores terrazas de Alicante? Nico de Olivera Bueno propone la reinvención de un clásico con el St-Germain Spritz desde Nómada Alicante.

"Son sabores que encajan fácil en el verano y la diversión", asegura tras la barra de este local en la Playa de San Juan. A diferencia del Spritz con Aperol, la versión más conocida de este cóctel italiano, St-Germain es dulce.

Hecho a partir de flores de saúco y con aromas a fruta de la pasión, pera, pomelo y limón "es un licor muy aromático e incita a tragos largos y fresquitos", explica el coctelero. Por eso valora "que sea muy agradable para estar con los amigos charlando". 

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El Spritz combina un licor con un prosseco, un vino blanco italiano espumoso seco, y soda. En esta versión el destilado es St-Germain para cambiar totalmente la idea de este cóctel ya que lo sigue haciendo ligero, pero entra más fácil para quienes eviten los sabores amargos.

Y el propósito es que este nuevo combinado logre así mayor popularidad, de manera que ayude a extender una oferta de cócteles más variada. De momento, Nómada Alicante es uno de los lugares en los que se puede encontrar a 11 euros la copa. De Olivera Bueno valora esta nueva entrada en la carta de coctelería que presenta a EL ESPAÑOL y que presenta decorado con piel de naranja y flor de la alegría.

Desde que entró en primavera a este local su objetivo era renovar esta carta. "Tengo la suerte de que ellos confíen en mí y conocen mi experiencia", agradece con una sonrisa, "les he ido presentando sabores más nuevos a la clientela y eso ha hecho que confíen en mí".

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Víctor Moreno, uno de los socios de Nómada Alicante, es de los que forma parte de ese grupo de catas previas que suele apoyar a De Olivera Bueno para introducir estos nuevos productos. "Nos sometemos en los días que se pone a prepararlos y le damos el feedback", apunta. Y ahí reconoce que las preferencias marcan camino, claro.

A mediados de junio estaban inmersos en ese proceso para completar la docena que tenían listos para llegar al objetivo de quince que deseaban. "Todos los veo igual de interesantes, cada uno tiene su momento. Por lo tanto, ninguno es importante", afirma sobre la selección Moreno. Lo que sí concede es que entran mejor si son dulces y afrutados que amargos.

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Un debate en el que el coctelero prefiere no mostrar sus preferencias sino señalar las del público y ahí ve "un público más grande hacia lo cítrico, que es un intermedio, porque puede tener notas dulces o amargas".

Y todo el esfuerzo por ampliar carta se marca también un propósito, ampliar el mercado más allá del gin tonic. "Está muy implantado y es algo en lo que llevamos luchando para incorporar la cultura del cóctel desde hace años", razona De Olivera Bueno. En ese camino cuenta con unos aliados, el turismo extranjero.

El interés por probar otros sabores entre la clientela que principalmente llega en verano desde otros países "hace que poco a poco el público español lo vaya asaltando y dándose cuenta de que un cóctel no es solo lo que tomas de fiesta, puede ser un maridaje con un plato, puede ser un aperitivo antes de comer o para sustituir la cerveza de la tarde o el típico vermut con otros sabores".