La ruta de senderismo de la Sierra de Bernia, también conocida como la ruta de 'El Forat de Bèrnia', es uno de los trayectos con las vistas más impresionantes al mar Mediterráneo, la bahía de Altea y la Sierra Helada.
Se trata de una ruta circular, con una dificultad media, 9,8 kilómetros de recorrido y unas cuatro horas de duración. Lo más habitual es comenzar desde Casas de Bernia, una pedanía perteneciente al municipio de Jalón.
La protagonista de esta ruta es la Sierra de Bernia, un conjunto montañoso de unos 11 kilómetros que se extiende perpendicularmente a la costa del Mediterráneo. El macizo, pertenece al término municipal de Jalón, está a 1128 metros sobre el nivel y divide las comarcas de la Marina Alta y la Marina Baja, pasando por los términos municipales de Benissa, Calpe, Altea, Callosa d’En Sarrià y el propio Jalón.
El Forat de Bèrnia
Uno de los enclaves más destacados de esta ruta es ‘El Forat’, una especie de túnel excavado entre las piedras, que a primera vista parece natural, pero que no lo es. Comunica las dos caras de la Sierra de Bernia y tiene una longitud aproximada de 20 metros. De hecho, es muy frecuente escuchar en Jalón aquello de “passar el forat”. Tras atravesar este pasadizo se llega al mirador, una especie de balcón del Mediterráneo.
Pero el itinerario no se queda ahí, el Fort de Bèrnia es otra parada en el itinerario. En 1562, el monarca Felipe II mandó construir al ingeniero italiano, Juan Bautista Antonelli, una fortaleza para proteger a la población de las revueltas moriscas de la época y de los posibles ataques de los piratas berberiscos.
Al atardecer es cuando se tienen las mejores vistas de los vestigios del fuerte, ya que al fondo puede verse el Puig Campana, la segunda cima más alta de la provincia de Alicante. Próxima al fuerte, se encuentra la Font del Fort, una fuente que suele tener agua, en mayor o menor medida, dependiendo de las precipitaciones de la temporada.
Otro punto de interés cerca del Forat son las pinturas rupestres del yacimiento de la Ermita del Vicario. Una valla metálica protege las pinturas, que son casi imperceptibles, puesto que pertenecen a la época del Neolítico y tiene alrededor de 5.000 años de antigüedad. Aún así, merece la pena pararse a contemplar los trazos serpenteantes y las figuras humanas que aparecen dibujadas. Además, este paseo por la Sierra de Bèrnia también ofrece unas vistas privilegiadas a la Sierra del Ferrer, una montaña situada entre Jalón y Bernia
El Robin Hood alicantino
Un dato curioso sobre la Sierra de Bèrnia es que durante el siglo XIX sirvió de guarida a los bandoleros que azotaban la Marina Alta. La población de aquella época vivía aterrorizada porque estos villanos se dedicaban a asaltar los transportes, cometer pequeños hurtos y amedrentar a la población con amenazas.
Una leyenda de la zona habla de un bandolero conocido como el ‘Enmascarado’, un bandido que sólo asaltaba a las clases más pudientes de la sociedad alicantina para repartir sus trofeos entre los pobres.
Aunque la identidad de este joven se desconoce, la leyenda dice que pudo tratarse de un apuesto joven de la Vall de Laguar, que un día desapareció sin dejar rastro. Años después unos vecinos encontraron su cadáver en la puerta de su casa. Todo un misterio la vida de este Robin Hood alicantino.