La fertilidad es un tema que preocupa a muchas parejas, sobre todo después del cáncer. Algunos tratamientos pueden afectar a la fertilidad, por lo que la prevención es clave. Una de las técnicas más utilizadas es la vitrificación de óvulos, que consiste en congelar los óvulos de la paciente para preservar su fertilidad y retrasar la maternidad hasta el momento en el que se encuentre preparada.
La doctora Verónica Legidos López, ginecóloga especialista en Medicina Reproductiva de IMED Hospitales, explica que la vitrificación de óvulos se lleva a cabo antes de comenzar el tratamiento contra el cáncer, y que el mejor momento para hacerlo es antes de los 35 años, ya que a partir de esa edad la fertilidad femenina disminuye, ya que la cantidad y la calidad de los ovocitos decrecen.
"La clave es preservar la fertilidad, los óvulos en el caso de las mujeres o los espermatozoides en el caso de los hombres". La doctora aclara que sin este tratamiento es más complicado, pero hay otras opciones, aunque en la mayoría de las veces las pacientes tienen que recurrir a la donación de óvulos. "Existen opciones para quedar embarazada tanto antes de la quimioterapia como después, siempre y cuando el útero permanezca intacto".
La importancia de la edad
La preservación de la fertilidad consiste en realidad en preservar los óvulos. Uno de los factores que afecta directamente a las posibilidades de quedar embarazada, es la edad de los óvulos de la paciente. Siempre mejor antes de los 35 años. "Cuanto más edad tiene menos calidad tienen los óvulos y menos probabilidad de embarazo". La doctora explica que pasados los 35, cada año cuenta y las probabilidades "disminuyen". Pero las probabilidades caen todavía más después de los 40, ya que los óvulos "van a tener muy mala rentabilidad en cuanto a tasas de embarazo".
Verónica Legidos explica a EL ESPAÑOL de Alicante que el principal problema de la sociedad es que "las mujeres no saben que su tiempo de fertilidad es muy corto". "Las pacientes de 43 años siguen pensando que son muy fértiles porque siguen teniendo reglas, son jóvenes y se encuentran bien. Pero esto no es así. El problema es la desinformación general sobre este tema", aclara. Algo que no ocurre con los hombres, ya que con 35 años siguen siendo tan fértiles como con 50.
Este es uno de los principales factores por lo que en la mayoría de los casos, las pacientes que acuden a la vitrificación son mujeres, aunque también hay pacientes masculinos que han pasado por algún tratamiento de cáncer o con mala calidad en su esperma.
Según Legidos, la técnica de vitrificación permite tener los óvulos congelados eternamente, sin que el tiempo afecte a su calidad. Por lo que, el límite lo pone la edad de la paciente. "En la mayoría de las clínicas el límite de edad para los tratamientos en mujeres es de 50 años".
"La ventaja es que si una paciente congela sus óvulos con 32 años y los quiere usar después del tratamiento de quimioterapia con, por ejemplo, 45 años, las probabilidades de embarazo serán las mismas que cuando tenía 32 años", explica la doctora.
"Esta técnica es ventajosa para cualquier mujer u hombre que quiera posponer su maternidad, sea paciente oncológico o no", concluye.
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