Los amantes de las rutas en montaña están servidos con las numerosas sierras y montañas que la provincia de Alicante ofrece. Y es que el paisaje de nuestra provincia es conocido por ser muy variado y permite vivir experiencias en distintos entornos según los gustos y los planes. Con sus playas paradisíacas, sus decenas de parques y entornos naturales, así como sus cascadas de agua dulce, difícil es no encontrar un paisaje para los gustos de cada uno.
Aparte de paisajes repletos de arena y agua y senderos llanos por los múltiples parques, Alicante también alberga muchos entornos montañosos. Desde la Sierra de Orihuela, hasta el Peñón de Ifach, la provincia ofrece decenas de rutas de senderismo que se pueden realizar en sus montañas.
La ruta de senderismo de la Sierra de Bèrnia, también conocida como la ruta de 'El Forat de Bèrnia', es uno de los trayectos con las vistas más impresionantes al mar Mediterráneo, la bahía de Altea y la Sierra Helada. Su recorrido es único y permite disfrutar del senderismo entre montañas a la par que contemplar las vistas de las playas de Altea y Calpe.
Se trata de una ruta circular, con una dificultad media, 9 kilómetros de recorrido y unas cuatro horas de duración y unos 400 metros de desnivel. Lo más habitual es comenzar desde Casas de Bèrnia, una pedanía perteneciente al municipio de Jalón.
La protagonista de esta ruta es la Sierra de Bèrnia, un conjunto montañoso de unos 11 kilómetros que se extiende perpendicularmente a la costa del Mediterráneo. El macizo, pertenece al término municipal de Jalón, está a 1128 metros sobre el nivel y divide las comarcas de la Marina Alta y la Marina Baja, pasando por los términos municipales de Benissa, Calpe, Altea, Callosa d’En Sarrià y el propio Jalón.
La ruta ideal
La ruta más concurrida es circular y recorre unos 9 kilómetros.
Existen varios recorridos que se pueden hacer para disfrutar de los entornos de la Sierra de Bèrnia, sin embargo, el sendero circular es uno de los más concurridos y es conocido por ser muy completo y pasar por seis puntos de interés clave.
Casas de Bèrnia
La Fuente de Bèrnia.
Tras haber aparcado en el espacio habilitado, la ruta comienza por un camino rural que conduce por la izquierda hacia la Fuente de Bèrnia o de Cabanes. La fuente, que surge de una gran roca, está situada en un lugar con amplias vistas sobre la comarca, siendo un lugar ideal para pararse a contemplar el paisaje antes de iniciar la subida al Forat.
El Forat de Bèrnia
El túnel del Forat.
Tras la primera parada en las casas, la ruta lleva a uno de los enclaves más destacados de esta ruta: el 'Forat', una especie de túnel natural de unos 20 metros de largo que atraviesa la Sierra.
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Comunica las dos caras de la Sierra de Bèrnia. De hecho, es muy frecuente escuchar en Jalón aquello de "passar el forat". Tras atravesar este pasadizo se llega al mirador, una especie de balcón del Mediterráneo.
Punturas rupestres
Las pinturas rupestres de Bèrnia.
Tras pasar por el túnel y observar las vistas increíbles que ofrece el mirador, la ruta llega a otro punto clave: las pinturas rupestres Ermita del Vicari. Aunque difíciles de observar, las indicaciones escritas en los paneles informativos informan de la historia de esas pinturas, cuya época se calcula que se remonta a hace más de 5.000 años, cuando los habitantes de la zona se dedicaban a la agricultura y a la ganadería.
Fort de Bèrnia
Los restos del fort de Bèrnia.
Tras absorber un poco de historia, la ruta llega ya a la mitad de su recorrido por el sendero montañoso y llega al Fort de Bèrnia. Declarado como Bien de Interés Cultural desde 1997, estas ruinas fueron una construcción militar renacentista y de estilo italiano, realizada por el ingeniero Juan Bautista Antonelli por orden del rey Felipe II en el año 1562 para defender las costas de los ataques otomanos.
Coll de Xaló
Vistas desde el Coll de Xaló antes de iniciar el descenso.
A pocos kilómetros de terminar la ruta en el mismo punto desde donde comenzó, llega el punto más alto. Se trata del collado de montañas Coll de Xaló, un sendero a 821 metros de altitud y que desciende poco a poco de la montaña, dejando a su vista unos paisajes espectaculares para llenar las pupilas de los senderistas antes de volver a las Casas de Bèrnia.