Algunos de los detectives más famosos, como Sherlock Holmes o Hércules Poirot, han hecho que en el imaginario colectivo estos profesionales pertenezcan exclusivamente a la ficción y vistan sobrero, gabardina y fumen pipa. Sin embargo, son reales y se encuentran mezclados entre los ciudadanos sin ser vistos. En España hay alrededor de 1.200 repartidos por todos los territorios, también en la Comunitat Valenciana.
Uno de estos investigadores que recopilan información sobre sus objetivos tras seguirles el rastro durante días es Octavio Morellá, decano del Colegio de Detectives de la Comunitat Valenciana y responsable de Detectives Morellá. El especialista asegura que no son muy conocidos, pero que sí que están muy activos laboralmente, sobre todo para empresas.
Morellá explica que en el catálogo de una agencia de detectives se pueden encontrar trabajos dedicados a comprobar si un trabajador está fingiendo una baja, infidelidades o información relevante para juicios. El investigador señala que los que más demandan sus servicios son los seguros. "Nuestra principal fuente de negocio son los encargos por trabajadores que simulan tener una baja y van a trabajar a otras empresas o realizan actividades en las que podemos demostrar que no tienen esa dolencia", comenta.
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También trabajan en la sobra para desenmascarar plagios de productos, así como en temas familiares con el fin de "acreditar una convivencia en el domicilio familiar para las pensiones de alimentos o compensatorias y también para saber quién se encarga del cuidado de los hijos", añade. Al contrario de lo que se pueda pensar, expresa que las contrataciones para destapar infidelidades suponen apenas el 2 %, con un descenso en los últimos años que atribuye a que "los medios tecnológicos han reducido las salidas para conocer a alguien, ahora lo hacen por las redes sociales".
Es en ese entorno digital donde las parejas que sospechan actúan como una especie de detectives para buscar "pequeños fallos, cogiendo su móvil o fijándose si pone contraseñas cuando no tenía o está muy pendiente del teléfono cuando antes era despreocupado", manifiesta el profesional.
Esta labor, asegura, está estrechamente ligada con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ya que les ceden las competencias cuando se trata de un delito. Además, trabajan en asuntos judiciales, pero siempre con "información accesoria". "No podemos indagar en un asesinato, pero sí que podemos investigar al presunto asesino por si, por ejemplo, es especialista en artes marciales, que sería una agravante, o si es especialista en tiro olímpico porque le ha disparado un tiro perfecto", puntualiza el decano.
¿Cómo trabajan?
Para recopilar la información que buscan se utilizan, a pesar de las nuevas tecnologías, "los métodos empleados desde el comienzo de la profesión: ponerse en las inmediaciones del domicilio de la persona investigada y ver qué es lo que hace, seguirle si sale a coche o a pie y estar todo el rato detrás de él sin que se dé cuenta, pero con la posibilidad de tu poder observar todo lo que hace".
Morellá indica que es una tarea "bastante complicada" que requiere discreción. Siempre que se puede, subraya, "es mejor dejarlo acreditado todo gráficamente y, en algunos casos, grabando conversaciones", ajustándose a los límites legales establecidos para cualquier ciudadano.
El detective resalta que para el buen desempeño de su labor emplean artilugios diseñados para recopilar pruebas sin ser detectados, aunque el equipamiento fundamental es "una magnífica cámara de video o de fotografía con las que sacar imágenes para el informe".
En términos legales, un detective es como un notario, "no hace valoraciones, refleja la realidad, por lo que nadie pone en duda el contenido de un informe, otra cosa es que se considere motivos suficientes para un despido", especifica.
¿Cuánto cuesta un detective?
El precio de contratar a un detective privado "varía mucho dependiendo del cliente y del servicio". Según Morellá, lo habitual es cobrar por horas, por lo que va relacionado con el tipo de seguimiento. "Un trabajo de una baja laboral puede estar entre los 200 a los 1.500 euros, y en los familiares depende más del encargo".
"Influyen las peticiones del cliente o las del abogado, a lo mejor dice 'lo has pillado tres días levantando peso, pues quiero que lo cojas un cuarto'. Por ejemplo, demostrar una convivencia no se hace en un día", aclara.
Para el decano de la institución de la Comunitat Valenciana, los precios "compensan totalmente, las empresas que trabajan con nosotros suelen repetir, porque si acreditamos lo que le interesa la compañía se puede ahorrar los 20.000 euros del despido".
Estos métodos también se podrían aplicar a los funcionarios y a las administraciones. "Deberíamos saber vendernos mejor para que se contraten más detectives, porque solventaríamos mucho absentismo laboral y bajas que asume la Seguridad Social. Tendríamos que ser muchos más profesionales, 10.000 o 15.000 para la población de España", sentencia.