La provincia de Alicante es conocida por tener una historia rica en diversidad cultural y en monumentos emblemáticos cuyas estructuras aún podemos visitar hoy. En el caso de los castillos, la comarca del Valle del Vinalopó, situada al interior de la Provincia de Alicante, contiene algunas de las fortalezas que más importancia tuvieron en la época medieval de la península.
Siendo testigos de la época islámica, los castillos que se encuentran en esta comarca también sirvieron de fortaleza en la época cristiana al situarse en las fronteras con la Corona de Aragón y con la Corona de Castilla durante la época cristiana.
Elemento de unión entre estas fortalezas es el río Vinalopó, que fluye a lo largo de los 100 kilómetros que ocupan esta ruta. La ubicación de estos monumentos a los alrededores del río se debe al paso de los musulmanes por la península, debido a sus conocidas formas de aprovechar el agua. Posteriormente y ya en el siglo 13 tras más de cinco siglos de presencia árabe en Alicante, los cristianos volvieron a dominar la zona, cayendo bajo el dominio de la Corona de Castilla. Una nueva época que aprovechó las construcciones islámicas para establecer fortalezas y defenderse de la Corona de Aragón, encontrándose justo a la frontera de esta última.
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Todos estos años de historia árabe y cristiana dejaron en estas tierras un patrimonio de indudable valor arquitectónico y que todavía podemos disfrutar hoy por hoy mediante la Ruta de los Castillos del Vinalopó que se extiende por las localidades de Villena, Biar, Bañeres, Castalla, Sax, Elda, Petrel, Mola y Elche.
Castillo de Atalaya en Villena
Siendo esta fortaleza la primera del recorrido y la que más importancia tuvo en la línea fronteriza entre la Corona de Aragón y la Corona de Castilla, este castillo declarado Bien de Interés Cultural está abierto al público para su visita.
Sus construcciones se sitúan en el monte de San Cristóbal, al noroeste de la provincia de Alicante y actualmente marca la separación entre las provincias de Albacete, Valencia y la Región de Murcia al estar muy cerca de las líneas fronterizas de estas últimas.
Castillo de Biar
La segunda parada de esta ruta la protagoniza esta fortaleza situada en una colina del municipio de Biar. Catalogado como Bien de Interés Cultural, empezó a tener relevancia ya en la época cristiana bajo el reinado de Jaime I de Aragón, siendo utilizado como fortaleza de defensa frente a la Corona de Castilla.
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Llama la atención su alta torre que se puede apreciar desde la lejanía y todavía se puede visitar para aquellos que dessen conocer su historia.
Castillo de Bañeres de Mariola
Tras subir la colina del municipio de Biar, la ruta sigue su rumbo y hace su tercera parada en la localidad de Bañeres, concretamente a unos 830 metros de altura para contemplar las inmediaciones de su fortaleza. Remontando sus primeros cimientos a la época islámica, concretamente bajo el califato almohade, este castillo es el claro ejemplo de la diversidad cultural de nuestro país, con la presencia de un aljibe, propio de la época islámica y de una ermita, propia de la cultura cristiana.
Además de ser Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico Español, destaca su torre de 17 metros de alto, que servía de fortaleza y que todavía se puede visitar hoy en día, al igual que el resto de sus murallas.
Castillo de Castalla
Aparte de tener el mejor gazpacho manchego de la provincia de Alicante, esta localidad destaca por su castillo ubicado en la cima de un cerro a una altura considerable. Aunque su origen remonta a la época islámico, sus cimientos se construyeron por encima de restos del neolítico y época íbero-romana, habiendo conocido posteriormente con reformas cristianas en los siglos 14, 15 y 16.
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En el año 1929, una escultura con forma de Jesús fue colocada en uno de sus laterales con el fin de que todos los habitantes pudiesen contemplar el Cristo en el punto más alto de la ciudad. Sin embargo, fue derrumbada durante la guerra Civil Española.
Castillo de Sax
Tras haber retomado fuerzas después disfrutar de un buen gazpacho manchego en Castalla, toca volver a subir. Aunque esta vez tan (solo) sean 524 metros de altura, para contemplar la fortaleza de origen islámico en la localidad de Sax. Este castillo es, junto con los de Villena y Biar, la fortaleza más importante y más grande de la línea defensiva de fortificaciones.
Declarada Patrimonio Histórico Español, sus construcciones se pueden contemplar mediante visitas guiadas.
Castillo de Elda
Esta fortaleza de origen árabe protagoniza la sexta parada de la ruta. Tras la conquista cristiana de la fortaleza, el castillo pasó por un período turbulento, llegando a cambiar frecuentemente de propietarios.
Hoy por hoy y después de más de 800 años que han pasado desde su construcción, todavía se pueden visitar sus ruinas reconstruidas
Castillo de Petrel
La ruta se acerca a su fin con esta parada en la localidad de Petrel para descubrir su fortaleza de origen musulmán. Para acceder a ella es necesario subir de nuevo una colina, desde la cual se aprecian unas vistas espectaculares sobre el casco urbano del municipio, así como su paisaje.
Este castillo fue declarado como Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico español.
Castillo de Mola
Ubicado a 360 metros de altitud, este penúltimo castillo de la ruta ofrece unas vistas increíbles tras subir sus numerosas escaleras interiores y exteriores. Una vez en el tejado de la fortaleza, se puede apreciar las espectaculares vistas sobre el
Santuario de Santa María Magdalena, conocida como la "pequeña Sagrada Familia" de Alicante.
Palacio de Altamira
Tras subir tantas alturas, toca descansar y hacer una pausa en la Plaça de Santa María de Elche antes de visitar los restos del Palacio de Altamira, también conocido como Alcázar de la Señoría.