Alicante

'Con lo a gusto que se estaba tumbado en la playa o en el bar de siempre con los amigos del pueblo'. Y ahora, vuelta a la realidad: a los horarios, a las obligaciones, a ponerle buena cara a la jefa y a fingir que te llevas bien con ese compañero de trabajo que cree que siempre lleva la razón. Y es que, con este panorama, ¿quién quiere volver al trabajo?

Aunque seguramente la realidad no sea tan mala y tengas muchas cosas buenas (de las que ya ni te acuerdas), es normal que te cueste madrugar los primeros días y no tengas ni pizca de ganas de pisar la oficina. Pero, no te preocupes porque lo que te pasa tiene nombre y lo están sufriendo miles de españoles en este momento. Se llama síndrome postvacacional, y según los expertos, debería pasarse en unos días.

Según la compañía de servicios sanitarios 'Quirónsalud', el síndrome postvacacional se define como el "malestar general que presenta un individuo al volver al trabajo tras un periodo de descanso relativamente largo". Este proceso de adaptación es normal y natural, pero cuando se gestiona inadecuadamente o no se hace, se producen una serie de síntomas o molestias a las que los profesionales se refieren como síndrome postvacacional. Aunque no se considera una enfermedad.

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Fatiga, tristeza, pérdida de energía, insomnio, irritabilidad y sensación de ahogo, son algunos de los síntomas más comunes, según describe el presidente de la Comisión Deontológica del Colegio Oficial de Psicología de la Comunidad Valenciana, el psicólogo Fernando Catalán. Este experto en organizaciones y trabajo afirma que esto debería ir desapareciendo después de dos o tres días, y que si dura mucho más, "estaríamos hablando de otra cosa", un problema de fondo que el individuo debería solucionar.

Catalán describe que muchas personas se dan cuenta de que no están bien en su trabajo y deciden dejarlo tras las vacaciones porque en ese tiempo se detienen a pensar en ellos mismos. "Cuando estamos en la rueda de la cotidianidad, el mismo trabajo te lleva a seguir resolviendo temas. Sin embargo, cuando lo cuentas, reflexionas o te ves a ti mismo, es cuando puedes hacer un planteamiento de la vida distinto y darte cuenta de que eso no te gusta".

El psicólogo señala a la "planificación" y la "previsión" como dos de las mejores herramientas para luchar contra el síndrome postvacacional. En otras palabras, "no dejarse nada pendiente para la vuelta" y planificarse las tareas para resolverlas poco a poco.

Catalán hace hincapié en la importancia de vivir el día a día de la mejor forma posible y no pensar solo en ese mes al año que son las vacaciones, incorporando a nuestra vida hábitos de vida saludables como la alimentación, el ejercicio físico. Y también, cuidando del ocio y las relaciones personales