Que el visitante comprenda "la importancia del agua" en la vida cotidiana, pero sobre todo la necesidad de las aguas subterráneas para la supervivencia humana, es el objetivo principal de esta ruta que sigue el trazado de las antiguas galerías de agua del interior de Alicante.
Las Rutas Azules son una propuesta de la Diputación de Alicante para conocer y disfrutar del patrimonio hídrico alicantino. En total son 6 los itinerarios, que discurren por parajes naturales llenos de vida y naturaleza. En esta ocasión, hablamos de la Ruta 8: 'La montaña de sal', cuyas protagonistas son las aguas subterráneas de la provincia.
Esta aventura, de 42,6 kilómetros, tiene como punto de partida la localidad de Villena hasta llegar finalmente al Cabezo de la Sal de Pinoso. Por el camino, el visitante recorrerá las calles villeneras con las antiguas galerías de agua bajo sus pies. Desde la Diputación explican que se trata de "captaciones excavadas bajo la ciudad para abastecer a la población y regar los campos cercanos".
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Hacia la Montaña de la Sal
La ruta sigue a través de los salares, lagunas artificiales en las que las aguas hipersalinas de los manantiales se evaporan para la posterior obtención del blanco mineral. Las vistas a los campos de viñas y los pozos acompañan la vista del visitante hasta llegar a la localidad de Salinas, donde se encuentra una preciosa laguna natural.
Llegados a Pinoso, hay que cruzar la enorme balsa de riego que forma parte del trasvase del Júcar-Vinalopó. El humedal salino y la laguna de El Rodriguillo son las siguientes paradas hasta alcanzar la Montaña de la Sal, también conocida como Cabezo o Turó.
Imprescindibles
Las dolinas de Pinoso
Entre las paradas obligatorias que marcan las rutas azules de la Diputación se encuentra la de las dolinas de Pinoso, desde las que se puede observar el terreno ruiniforme y acarcavado fruto de la erosión de los materiales arcillo-arenosos triásicos de la montaña. Las cuevas, simas o dolinas, también forman parte de las litologías de yesos y sales.
"Las dolinas de Pinoso están constituidas por numerosas depresiones en el terreno, más o menos circulares, que se concentran en una superficie reducida en la parte más elevada de la montaña, originando un campo de dolinas", describen desde el consistorio provincial.
Villena
También, como no, las localidades de Pinoso y Villena se convierten en paradas obligatorias para el visitante. En esta última destacan las dos galerías ocultas bajo el casco antiguo de la ciudad. Y la Mina del Rosario, que "conduce el agua hasta la balsa de riego". Por último, la Mina Fisura, que desemboca en la Fuente de los Burros. Toda la información sobre las rutas se puede encontrar en la página de las Rutas Azules de la Diputación de Alicante.