Se suceden las muestras del giro dado por el Gobierno de Pedro Sánchez a favor de los intereses de Marruecos en su disputa con el Sáhara tras el polémico acuerdo firmado entre Madrid y Rabat.
El último capítulo de "una traición" al pueblo saharaui, como lo ha calificado buena parte del arco parlamentario y de la sociedad civil española, ha venido a instancias del diputado nacional de Compromís, Joan Baldoví, quien solicitaba al Gobierno central conocer qué acciones lleva a cabo para garantizar los derechos humanos en el Sáhara Occidental.
En concreto, el parlamentario recordaba que Amnistía Internacional había acreditado torturas de Marruecos en la parte ocupada del Sáhara Occidental a la activista saharaui Sultana Khaya, quien se recupera en Alicante del daño sufrido.
La respuesta del Gobierno, con fecha 14 de octubre de 2022, no podría ser más evidente sobre el histórico cambio de posición adoptado por Moncloa. "España se considera desligada de toda responsabilidad de carácter internacional con relación a la administración del Sahara Occidental desde la carta enviada el 26 de febrero de 1976 por el Representante Permanente de España ante Naciones Unidas al Secretario General de Naciones Unidas".
En esta, se informaba que “el Gobierno español, con fecha de hoy, da término definitivamente a su presencia en el Territorio del Sáhara y estima necesario dejar constancia de lo siguiente: España se considera desligada en lo sucesivo de toda responsabilidad de carácter internacional con relación a la administración de dicho Territorio, al cesar su participación en la administración temporal que se estableció para el mismo”, añadía el Gobierno en su respuesta.
Reacciones
La portavoz del grupo municipal en el Ayuntamiento de Elche, Esther Díez, grupo que en octubre daba una rueda de prensa con Baldoví en la ciudad para anunciar dicha pregunta, ha calificado este miércoles de “absolutamente decepcionante” la respuesta que da el Gobierno central.
Para Compromís “la respuesta ha sido absolutamente decepcionante por parte del gobierno en tanto que se desvincula totalmente de cualquier responsabilidad sobre el pueblo saharaui, que fue colonia española y que desde luego tenemos una responsabilidad histórica”.
Cómo entiende Díez, “el Gobierno español tiene con el pueblo hermano, con el pueblo saharaui, esa responsabilidad histórica y tiene que velar de manera especial para que se protejan los derechos humanos en este territorio”.
Un paso más ha dado la presidenta de la Asociación provincial de Ayuda al Sáhara Occidental, quien recordaba a este medio que España sigue siendo en la actualdad potencia administradora del Sáhara, como estable las Naciones Unidas.
"Esto de haber comunicado por carta su desvinculación y responsabilidad sobre una colonia es muy gracioso", añadía Ángela Carrillo, "si no fuera por lo trágico, claro, está. Es como si una pareja se separa y el padre le dice al juez que el no paga la pensión a los hijos porque ya se lo comunico a la madre por escrito", afirma. "Que mediante una carta explicó que a partir de una fecha se desentendió de ellos. Esto es un crimen contra el pueblo saharaui y una desvergüenza", ha sentenciado.
Congreso del Frente Polisario
La activista Carrillo explica durante la conversación que el giro dado por el PSOE también se ha dejado con motivo del Congreso del Frente Polisario que se está celebrando estos días, donde "por primera vez no ha habido representación socialista" (sí que han ido parlamentarios de Unidas Podemos).
"En anteriores ocasiones, siempre iban, recuerdo al director general de Cooperación, Federico Buyolo o a Leire Pajín cuando era presidenta de la Asociación de Ayuda al Pueblo Saharaui en Benidorm", cita Ángela Carrillo.
Se trata de un congreso que llega tras la vuelta al conflicto bélico entre el Frente Polisario y Marruecos, una realidad que podría modificar el calendario de las asociaciones en defensa de la causa saharaui, explica su portavoz, como es el programa de Vacaciones en Paz o la caravana de ayuda humanitaria. "No están dando el resultado que se necesita", reconoce.
Asimismo, en localidades como Elche se ha iniciado el proyecto Madrasa para acoger y dar formación durante todo el curso académico a menores de los campamentos de refugiados saharauis. En la actualidad hay dos niños en dos familias de la provincia.