Detienen a un estafador que pasó del fraude en alquiler de viviendas a una asociación de discapacitados

La Policía Nacional de Alicante ha arrestado a un hombre acusado de estafar a una persona con discapacidad al sacar microcréditos por valor de veinte mil euros a su nombre. Su objetivo era colarse en una asociación de personas con discapacidad de Alicante para encontrar más víctimas similares y seguir cometiendo sus delitos.

Y para ello solo necesitó del documento nacional de identidad. Según relata la Policía, el arrestado supuestamente se hizo con él y empezó a solicitar estos microcréditos. A partir de ahí, además, se hizo con el teléfono móvil y se auto enviaba cantidades económicas a su cuenta a través de una plataforma de pagos.

Una de las claves de la forma de operar del estafador, según indica la Policía, es que quiso aprovechar la especial situación de vulnerabilidad de su víctima para conseguir otras nuevas. De hecho, se introdujo en el entorno de esta asociación alicantina con esa posible intención. Como remarcan en el comunicado, la rápida intervención de los agentes del Grupo de Delincuencia Económica, impidió que prosperaran sus engaños.

[Así limpiaron 8.000 euros en tres horas a un discapacitado psíquico en un puticlub de Elche]

El punto de partida para su detención surgió de Alicante, a través de la denuncia del afectado en la asociación. Con ello se empezó a seguir el complicado hilo de supuestas estafas que había estado cometiendo hasta el momento. Para empezar porque, según indican, se había especializado en la estafa a través de plataformas digitales de alquiler de viviendas.

Ofrecía habitaciones a precios muy competitivos para captar víctimas, les solicitaba un dinero en concepto de fianza a través de una plataforma de pagos o transferencia bancaria, y después, desaparecía sin dejar rastro. Los investigadores han conseguido esclarecer hasta el momento una veintena de estafas mediante esta forma de operar. Alicante, Badajoz, Madrid, incluso algunas ciudades de Portugal, fueron los destinos elegidos por el investigado para continuar llevando a cabo su actividad criminal.

El presunto estafador tenía en vigor una requisitoria judicial por un juzgado de Cuenca y otra por un juzgado de Alicante, motivo por el que se ocultaba bajo la identidad de otra persona para no dejar rastro y dificultar la investigación policial. Como indican, llegó incluso a manipular su aspecto físico haciendo uso de pelucas.

Después de estafar los veinte mil euros a su víctima, desapareció. Para localizarle los agentes del Grupo de Delincuencia Económica de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Alicante siguieron su rastro a través de las diferentes estafas digitales que ejecutaba de manera diaria desde diferentes puntos del territorio nacional. Al final le localizaron en Madrid, bajo una falsa identidad.

Una vez localizado, fue cuando los agentes se desplazaron desde Alicante hasta Madrid para llevar a cabo un dispositivo policial que culminó con la localización y detención del investigado. Este en el momento de la detención, y durante horas, hasta que los agentes lo identificaron en dependencias policiales mantenía que se trataba de la persona a quien había robado la identidad.

El detenido fue puesto a disposición judicial como supuesto autor de más de veinte estafas y un delito de usurpación de identidad, así como, por tener en vigor dos requisitorias judiciales por delitos relacionados contra el patrimonio.