Sin incidentes (pero con tensión), así viven rusos y ucranianos en Alicante: "Mejor no hablar de política"
De los casos aislados de rusofobia y algun agresión inicial, ambas comunidades mantienen las distancias y unos pocos estrechan lazos a través de la cultura.
16 octubre, 2022 01:43"Si Francia empieza la guerra contra España, ¿cómo conviviríais vosotros? Tensos, ¿no? Pues es lo mismo", así responde la secretaria de la Asociación de ucranianos de Torrevieja, Natalia Zhezhnyavska a la pregunta de cómo están siendo las relaciones entre rusos y ucranianos en la ciudad más rusa de España, donde también abunda la comunidad ucraniana, desde la invasión de Putin en febrero.
Juntas, suman el 9% del censo local: los rusos, 4.484 habitantes y los ucranianos, 3.203 (sin contar con los no censados, un porcentaje importante). Aunque ahora predomine entre ambas lo que ellos llaman "mantener las distancias", ni la Policía Local, ni la Nacional ni la Guardia Civil, a las que ha consultado este medio, refieren "puntos calientes o incidentes a reseñar".
Atrás queda, con el estallido del conflicto bélico, varios incidentes. El más impactante, la brutal paliza sufrida por un vecino de nacionalidad ucraniana en un bar de Torrevieja por parte de tres clientes rusos que habían identificado su acento. Este suceso, ocurrido varias semanas después de la entrada de tropas rusas, "no dejó de ser una reyerta entre borrachos", aseguran fuentes de la Guardia Civil.
En ese momento, la comunidad rusa también denunciaba "algunos casos" de "rusofobia" contra menores escolarizados en colegios de la provincia de Alicante a los que compañeros de clase culpaban de la guerra. Estos precedentes ponían en alerta a la sociedad alicantina pero, "tras el shock inicial, la vida ha seguido y los que vivimos en la Vega Baja no estamos tan preocupados por esta situación dramática", asegura Peter Andrushevich, un ruso que lleva 25 años viviendo en Torrevieja.
El portavoz de la asociación de ruso parlantes Mir Odin, "que también engloba a ucranianos que hablan ruso", matiza, afirma que "la convivencia en los colegios está siendo prácticamente ejemplar, ya no ha habido casos de bullying", añade. Una afirmación que comparte el presidente de la Casa Rusia en Alicante, Alexandr Chepurnoy. "Se ha tranquilizado bastante", indica.
"En Torrevieja convivimos más de 120 nacionalidades", que representan más del 40% del censo, "y la convivencia es buena desde hace años y entre ucranianos y rusos, en general, bastante bien", confirma el concejal de Seguridad Fede Alarcón.
"Preferimos no interactuar"
"No tengo constancia de altercados con los rusos por parte de nuestra comunidad", reconoce la secretaria de la Asociación de ucranianos de Torrevieja, Natalia Zhezhnyavska. "No buscamos aquí ninguna guerra, pero preferimos no interactuar con ellos", se muestra tajante.
Por su parte, Natalia Khomyak, también ucraniana y miembro de esta asociación, si se relaciona a diario con la población rusa. Ella es profesora de piano en Torrevieja, donde lleva dos décadas. "Yo no tengo enemigos entre los rusos, en mi aula tengo muchos alumnos rusos y durante años eran mayoría, por lo que puedo decir que me llevo bien con sus padres", sostiene.
Esta afirmación llega tras mostrar su sorpresa con ellos "por lo que tardaron en preguntarme cómo estaba cuando comenzó la invasión; me veían en el patio y no sabían cómo actuar", confiesa. Muchos de estos padres, recuerda, saben que una parte de su familia sigue en Ucrania. Allí tiene a su madre, hermano, cuñada y toda la familia de su marido. "Estoy muy preocupada porque han intensificado los bombardeos donde viven", en la región de Leópolis, aclara.
"No hablar de política"
"Al final, lo mejor es no hablar de política", dice esta música miembro de la unión musical y de la orquesta sinfónica de Torrevieja. "Recuerdo que el primer mes intenté mediar para que los rusos explicaran a sus familiares y amigos que viven en Rusia lo que de verdad estaba pasando, porque allí las noticias son todo propaganda", informa Natalia Khomyak. "Muchos de los rusos en Torrevieja no se integran porque solo ven sus noticias y no se enteran de lo que está pasando, pero la respuesta que ellos me han dado es que soy yo la que está bajo la propaganda de occidente", dice.
La esperanza estaría, entiende, en "esos rusos, muy pocos, que se unen a nuestras concentraciones de rechazo a la guerra", concluye. Otra puerta a la esperanza la está dando la cultura. "Cuando la diplomacia entre mandatarios de países no funciona, empieza la diplomacia del pueblo, que ayuda a curar las heridas, y la vía es la cultura", avanza el ruso Peter Andrushevich.
"En estos meses se ha dado el fenómeno curioso de que muchos artistas en contra de la guerra que se han quedado fuera de Rusia y al no poder volver por motivos políticos están ofreciendo conciertos por toda Europa, en España sobre todo están siendo en Alicante y Barcelona", dice este empresario del sector inmobiliario.
Así, asegura, en los numerosos conciertos para recaudar fondos de apoyo a Ucrania, donde suelen tocar grupos ucranianos, no hay solo españoles o ucranianos, "también hay mucho público en la sala que somos rusos", dice Andrushevich.
"Como representante de la asociación de ruso parlantes, quiero agradecer a los empresarios del sector cultural por el coraje y valor a la hora de organizar estos eventos", como el que tuvo lugar el pasado 5 de agosto en la sala VB Spaces de Alicante a cargo de la famosa banda de rock ucraniana Okean Elzy, que contó con rusos entre el público y se desarrolló "sin incidentes.
"Veo una tendencia esperanzadora, ojalá una luz al final del túnel porque gracias a la cultura, tal vez el deporte o la gastronomía, se puede apreciar que los otros no son monstruos", concluye tras afirmar que "los que apostamos por la paz lo estamos haciendo mejor que los políticos".