La presión económica por el aumento en el gasto energético reactiva una demanda histórica en los gimnasios y centros deportivos, la bajada del IVA. Ese es el mensaje que lanzará Fneid, explica el presidente en la Comunidad Valenciana de la patronal de estos espacios este septiembre. Un largo camino que inician para poder hacer frente a un nuevo curso en que se apoyan en la gran vuelta de los clientes tras el inicio de la pandemia.
Juan Carlos Gómez-Pantoja avanza para El Español las pautas con las que presentarán este documento al Gobierno para insistir en un factor que han argumentado desde la llegada de la Covid. En él destacarán "la trascendencia del deporte para generar ahorro sanitario".
El objetivo es destacar que gracias a estos espacios se consigue "retrasar la dependencia en la población", ya que se fomenta la actividad muscular. Y así, conseguir "que el ciudadano español con edad tenga una calidad de vida excelente con ejercicio físico".
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Este mensaje lo han estado transmitiendo desde que se iniciara la pandemia con lemas como que el ejercicio es la mejor vacuna contra la Covid. Esta vez han estado trabajando durante agosto para redactar "un argumento potente y reflexivo para que la Administración se dé cuenta de que se debe retrasar la dependencia en la población". Y, por ello, "que en el sector del deporte no debe aplicarse el IVA del 21 %, es un disparate".
La preocupación económica ha ido creciendo este 2022 justo cuando dejaban atrás la última de las restricciones sanitarias, la obligatoriedad de la mascarilla. "Es inaudito que el coste energético sea mayor que el de la plantilla", razona, "porque tradicionalmente lo era así. Y esto es tremendo". Por eso lamenta que "muchos gimnasios no podrán aguantar esos costes, sobre todo los que tienen piscina o spa".
En marzo ya se sucedieron varios casos de centros deportivos que no pudieron hacer frente al repentino aumento del coste energético después de dos años de restricciones y empezaron a cerrar las zonas de aguas. Gómez-Pantoja muestra la preocupación que hay en el sector y conoce casos de espacios que ya no pueden hacer frente al alquiler.
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De momento, aún no tiene constancia de restricciones por el aumento de costes, pese a que reitera que se trata de un sector con un "horario muy amplio, con fines de semana, y que se está consumiendo constantemente".
La solución que se plantean ahora es "aumentar las cuotas", un camino que hasta ahora no se había tomado para no perder aún más socios. La cuestión ya no es si subirlas o no sino, cuándo y cómo. "La inmensa mayoría lo repercutiremos en enero el coste de la inflación, pero hay un pequeño sector minoritario que no puede esperar a enero y para que sea viable la empresa lo tiene que repercutir en septiembre", avanza.
Gómez-Pantoja estima que ese aumento se situará "a partir de un 10 %" y ya puntualiza que "el aumento energético es mucho mayor que el coste de la vida". Por eso admite que hay dudas entre los empresarios ante "la dificultad de explicarlo para que el cliente lo pueda entender y que no se vaya a otro gimnasio". De hecho, este verano algunas cadenas han realizado promociones agresivas para atraer clientes. Lo que ve claro es que "el precio de antes de la subida energética no puede ser".